La nueva norma busca reducir la basura electrónica, considerando que en Chile existen cerca de 26 millones de líneas telefónicas, y, a su vez, simplificar la vida de las personas.
Dos años después de que el Parlamento Europeo aprobara el uso del cargador de celular universal para todos los países del continente, este lunes la legislación chilena se puso a tono y la Cámara de Diputados aprobó el último trámite legislativo que iguala dicha norma en el país (127 votos a favor y 2 en contra).
De esta manera, se estableció que en un período de dos años todos los celulares se adapten al accesorio general elegido para estos efectos (el USB tipo C). Además, se dio un plazo de cuatro años para que los demás dispositivos electrónicos también lo hagan, lo cual incluye a tablets, consolas de videojuegos, cámaras de video y de fotos digitales, audífonos, parlantes portátiles y notebooks.
Las ideas centrales del proyecto son reducir la basura electrónica, considerando que en Chile existen cerca de 26 millones de líneas telefónicas, y, a su vez, simplificar la vida de las personas.
En sesiones previas, mientras se discutía el proyecto, el director nacional del Sernac, Andrés Herrera, indicó que la nueva ley “va en línea con la regulación internacional en esta materia, e implica una simplificación en el uso de los equipos electrónicos, contribuyendo a reducir residuos tecnológicos y a disminuir costos innecesarios”.
La ley también establece que los “comercializadores de dispositivos móviles de información y telecomunicaciones deberán ofrecer a los consumidores la posibilidad de adquirir dichos productos con sus dispositivos de carga, o ca da uno de ellos por separado, no pudiendo atar, ligar o supeditar bajo ningún modo o condición la adquisición de uno de ellos a la del otro”.
La voz discrepante durante la votación corrió por parte del diputado Johannes Kaiser (Republicanos), quien planteó que esta ley llegó tarde, ya que la tendencia universal es la eliminación de los cables. “Ya hay dispositivos de carga inalámbrica y este proyecto va a impedir que se instalen nuevos sistemas que simplemente, no utilizan cables. La tecnología ya le ganó a este proyecto”, sostuvo.
Según datos del Ministerio del Medio Ambiente y la Fundación Chile, cada persona en Chile genera aproximadamente 11 kilos de basura electrónica al año, y se proyecta que esta cifra aumente a 16 kilos por habitante para el año 2027. En 2021, se registraron 197 toneladas de residuos electrónicos en el país, pero el reciclaje de estos aparatos es mínimo, alcanzando apenas el 3.4%.
En respuesta a esta problemática, iniciativas como la Ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor) han surgido para abordar la gestión adecuada de los residuos electrónicos bajo el concepto de economía circular. Sin embargo, su implementación aún es progresiva y se requiere un mayor compromiso por parte de la sociedad y las empresas, plantean expertos en la materia.
