Cada junio, cuando celebramos el Día de la Mujer en la Ingeniería, volvemos a mirar hacia atrás para entender por qué elegimos este camino. Para muchas de nosotras, fue una decisión que implicaba mucho más que optar por una carrera: fue abrirnos paso en un territorio históricamente masculino, convencidas de que teníamos algo que aportar.
En el dinámico mundo de la ejecución de proyectos de ingeniería, la colaboración se ha convertido en un pilar fundamental para alcanzar resultados de excelencia. Hoy en día, el avance tecnológico no solo optimiza las herramientas para potenciar el trabajo interdisciplinario, sino que también abre la puerta a logros antes inimaginables. La cooperación ahora se nutre de las competencias de profesionales de diversas latitudes, derribando barreras geográficas y culturales.