Cuando buscamos diseñar en un espacio, es esencial comprender los diferentes tipos de iluminación existente y cómo se puede usar para lograr los efectos deseados.
Por: Renato Herrera Lagos
El diseño lumínico es una herramienta fundamental para crear ambientes acogedores y funcionales en nuestros hogares. La iluminación adecuada puede transformar por completo un espacio, resaltando sus características arquitectónicas, aportando calidez y comodidad, y mejorando la funcionalidad de cada área.
Una de las características más importantes de trabajar la luz se desarrolla con la capacidad para crear diferentes ambientes en un mismo espacio. Mediante el uso de luces cálidas, frías, directas o difusas, es posible generar sensaciones distintas en una habitación, adaptándola a las necesidades y preferencias de sus habitantes.
Además, la iluminación puede destacar elementos decorativos, obras de arte o muebles, convirtiéndolos en puntos focales que llamen la atención y den personalidad al ambiente. Asimismo, una correcta iluminación puede hacer que los espacios parezcan más grandes, luminosos y acogedores.
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Para Ximena Muñoz Abogabir, arquitecto, Lighting Designer y Directora Ejecutiva Fundación Ciluz, señala que “Se ha demostrado que una buena iluminación tiene un impacto positivo en nuestro estado de ánimo, salud mental y bienestar general. La luz natural, en particular, se sabe que aumenta la productividad, mejora la concentración y reduce los niveles de estrés. Un espacio bien iluminado puede crear un ambiente acogedor y confortable para los ocupantes”.
En cuanto a la funcionalidad, el diseño lumínico puede mejorar la ergonomía y la practicidad de un espacio. Por ejemplo, mediante la instalación de luces empotradas en el techo o tiras LED debajo de los muebles, es posible iluminar áreas de trabajo como la cocina o el escritorio, facilitando las tareas diarias.
Para la profesional, especialista en Lighting Designer, “la iluminación es una herramienta poderosa para mejorar la estética de un espacio. Puede incluso hacer que un espacio pequeño parezca más grande. Una iluminación adecuada también puede realzar los colores y las texturas de los materiales utilizados en el espacio, haciéndolos más visualmente atractivos”.
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En la actualidad, el diseño lumínico ha experimentado importantes avances tecnológicos que han ampliado las posibilidades creativas. La incorporación de sistemas de iluminación inteligente, como las bombillas y tiras LED controladas por aplicaciones móviles, permite ajustar la intensidad, el color y la temperatura de la luz según las necesidades y preferencias de los usuarios.
“Una buena iluminación es esencial para realizar diversas actividades, reduciendo la tensión ocular y mejorando la eficiencia. Los espacios iluminados correctamente también mejoran la seguridad y reducen el riesgo de accidentes”, comenta Muñoz.
Al diseñar un espacio, es esencial comprender los diferentes tipos de iluminación y cómo se pueden utilizar para lograr efectos específicos, un ejemplo de eso es la iluminación ambiental, o también conocida como iluminación general, proporciona iluminación general a un espacio. Define el ambiente y determina el brillo general de una habitación. La iluminación ambiental se puede lograr a través de fuentes de luz natural como ventanas o tragaluces o a través de fuentes artificiales como luces de techo o apliques de pared.
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“El diseño lumínico también enfatiza la eficiencia energética mediante el uso de opciones de iluminación ecológicas y controles. Las luces LED, por ejemplo, consumen menos energía y tienen una vida útil más larga en comparación con las bombillas incandescentes tradicionales. Los sensores de movimiento y los controles automatizados también pueden optimizar aún más el consumo de energía al apagar las luces cuando no se necesitan”, recalca la arquitecta.
La iluminación para tareas es una iluminación enfocada que se utiliza para tareas o actividades específicas. Por lo general, es localizada y más brillante que la iluminación ambiental para proporcionar una iluminación adecuada para actividades como leer, cocinar o trabajar. La iluminación para tareas se puede lograr a través de lámparas de mesa, lámparas de escritorio o iluminación debajo de gabinetes.
“Gracias a los avances tecnológicos, el diseño de iluminación hoy se integra a la arquitectura como parte de ella, generando una experiencia dinámica, centrada en el usuario y sus necesidades. La iluminación hoy puede acompañar las necesidades de cada tarea visual, de cada momento del día y estación del año, adaptándose en intensidad, tonalidad y composición espectral, “comenta la arquitecta de Directora Ejecutiva Fundación Ciluz.
La iluminación de acento se utiliza para resaltar objetos específicos, características arquitectónicas o obras de arte en un espacio. Crea interés visual y agrega profundidad y dimensión a una habitación. La iluminación de acento se puede lograr a través de iluminación de riel, iluminación empotrada o apliques de pared con cabezales ajustables.
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¿Cuál es el papel del diseño lumínico en la actualidad?
El diseño lumínico considera los tres tipos de iluminación y sus respectivos propósitos para crear un esquema de iluminación cohesivo y funcional. Se tiene en cuenta factores como el propósito del espacio, la atmósfera deseada y los elementos arquitectónicos que deben resaltarse.
Por ejemplo, un espacio moderno y minimalista puede beneficiarse de accesorios elegantes y discretos, mientras que un espacio tradicional puede requerir opciones de iluminación más ornamentadas y decorativas.
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“Me gusta partir con la comprensión de las materialidades, ya que lo que vemos es luz reflejada en el material. Por eso, es importante considerar qué se va a iluminar, cómo es, si tiene relieve, si es oscuro, si produce reflejos, etc. También están las dimensiones de los espacios. Es distinto iluminar un departamento de cielos bajos, a un hall de doble altura. Los requerimientos lumínicos cambian y por lo tanto las soluciones se deben adaptar a las proporciones del lugar”, advierte Muñoz.
La ubicación adecuada de los accesorios de iluminación es crucial para resaltar características arquitectónicas u obras de arte. Puede crear interés visual y llamar la atención sobre áreas específicas de una habitación. Además, el uso de reguladores y controles permite ajustar la intensidad y la temperatura de color de las luces para adaptarse a diferentes actividades y estados de ánimo.
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“Luego viene el para qué: cada recinto del hogar tiene un uso distinto y cada actividad tiene sus necesidades. Y finalmente está el para quién: quiénes van a habitar el lugar, qué les gusta, cómo perciben la luz en los espacios. Hay espacios que necesitan luz para descansar. Otros, luz para trabajar. Y otros requieren múltiples opciones de iluminación para adaptarse a distintas actividades u horas del día”, sentencia la Directora Ejecutiva Fundación Ciluz.
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