La posibilidad de construir en una parcela de agrado en el sur de Chile se ha convertido en una opción atractiva para quienes buscan mayor bienestar y conexión con la naturaleza. No obstante, esta tendencia también exige un cambio de mentalidad. Invertir en un terreno no puede traducirse en intervenir sin criterio alguno en zonas donde la biodiversidad y los recursos naturales están en juego.