El programa también incluye operativos de vacunación contra la influenza en coordinación con el Ministerio de Salud. Especialistas temen que ayudas sean insuficientes para la actual demanda.
Por Leonardo Núñez
Con la llegada de las primeras lluvias del año y un nuevo descenso en las temperaturas, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia ha intensificado sus esfuerzos para proteger a las más de 50 mil personas que viven en situación de calle en Chile.
A través del programa Protege Calle, la cartera ha dado a conocer un ambicioso plan de contingencia que busca enfrentar el invierno con más camas, más rutas de atención y un presupuesto histórico.
Según cifras oficiales entregadas al 22 de mayo, el programa ya dispone de 800 camas habilitadas en hospederías a lo largo del país, cifra que se incrementará a 2.760 camas antes del 21 de junio, fecha en que comienza oficialmente el invierno.
Asimismo, se proyecta aumentar las rutas de atención en calle —que hoy alcanzan las 990— hasta llegar a 2.405 durante el próximo mes, con un total proyectado de 5.165 atenciones diarias.
Además, el presupuesto inicial para este año alcanza los $35.553 millones, el más alto en los últimos ocho años, lo que refleja un compromiso creciente por parte del Estado para enfrentar una crisis habitacional cada vez más profunda.
Diversos factores, como la crisis económica, la falta de vivienda y los problemas de salud mental, contribuyen a la persistencia de esta problemática. Andrés Millar, director de inclusión del Hogar de Cristo, valoró los avances, pero advirtió que las ayudas programadas quizás no den a basto con la actual demanda existente por la falta de vivienda y aumento de las personas que han hecho de la calle su hogar.
“Si el plan suma 6 mil atenciones diarias en un universo estimado de más de 50 mil personas en situación de calle, claramente es insuficiente. La política pública debe avanzar más rápido. El problema es gigante y las respuestas del Estado aún son limitadas”, indicó el especialista.
Como complemento al programa Protege Calle, el Ministerio de Desarrollo Social activará el Código Azul cuando las temperaturas bajan de los 0°C o cuando se esperan lluvias con temperaturas igual o inferiores a 5°C. Esta alerta permite aumentar temporalmente los recursos en zonas críticas con 48 horas de anticipación, gracias a reportes de la Dirección Meteorológica de Chile.
Este año se ha extendido el Código Azul a nuevas comunas, incorporando por primera vez a Temuco, indicó el portal “Soy Chile”.
En total, el programa opera en comunas como Los Andes, San Felipe, Santiago, Puente Alto, Estación Central, Maipú, La Pintana, Rancagua, Talca, Chillán, Los Ángeles, y otras más. En todos estos territorios, se activan rutas adicionales y se refuerzan servicios de comida, abrigo y atención médica.
La subsecretaria de Servicios Sociales, Francisca Gallegos, destacó que hoy ya no existen los tradicionales albergues masivos. “La evidencia nos muestra que no son la mejor solución. Los recintos actuales reciben como máximo a 20 personas, para asegurar atención digna y condiciones sanitarias adecuadas”, indicó.
El programa también incluye operativos de vacunación contra la influenza en coordinación con el Ministerio de Salud y cuenta con una oferta de apoyo psicosocial durante todo el año, mediante residencias, viviendas compartidas y programas de reinserción laboral.
Gallegos enfatizó la importancia de la participación ciudadana: “Cuando baja la temperatura, necesitamos que suba la empatía. Una llamada al 800 104 777 opción 0 puede salvar una vida”, señaló.
Desde la sociedad civil, el Hogar de Cristo ha reforzado su trabajo en terreno con 69 programas distribuidos entre Iquique y Punta Arenas, que atienden diariamente a 2.500 personas. Entre ellos, 30 hospederías con 990 camas disponibles operarán durante todo el invierno.