El aumento de la delincuencia en Chile está afectando todos los sectores sociales y económicos, y el mercado inmobiliario no ha sido la excepción. Una reciente investigación realizada por Armando Durán Bustamante, académico de la Universidad de Talca, revela que este fenómeno está incrementando los costos de construcción de proyectos inmobiliarios hasta en un 14%, afectando principalmente a obras de extensión y a aquellas en zonas de alta densificación.
Por Pao Castelli Tribes
El estudio, inédito en su enfoque, permite comprender cómo la delincuencia está impactando de manera directa en los proyectos inmobiliarios. Según el académico, los proyectos que abarcan grandes extensiones de terreno son los más vulnerables, ya que los amplios espacios abiertos se convierten en zonas propicias para el robo de maquinaria, equipos y materiales de construcción.
Las constructoras que participaron en la investigación han tenido que adaptar sus procedimientos y reforzar significativamente sus medidas de seguridad. “Las empresas han implementado más de 20 acciones adicionales que antes no se contemplaban, como el retiro y reinstalación de griferías y cálefont, reforzamiento de cercos perimetrales, instalación de más luminarias, casetas de guardia, cámaras de vigilancia y la contratación de empresas especializadas en monitoreo”, explicó Durán. Además, se ha registrado un aumento en el control de materiales en obra, y el uso de bodegas reforzadas o arrendadas para el resguardo de equipos y materiales de alto valor.
Estas medidas de seguridad no son baratas, y el estudio estima que este costo adicional puede representar más del 10% del total de la obra, un valor que finalmente es traspasado al comprador. Esto significa que quienes adquieren viviendas construidas bajo estas condiciones terminan pagando más debido a la necesidad de proteger los proyectos contra el crimen.
Impacto en el desarrollo de proyectos inmobiliarios
Además de aumentar los costos de construcción, la delincuencia está afectando la planificación y ejecución de proyectos. La investigación de la Universidad de Talca documenta cómo algunas constructoras han sufrido millonarias pérdidas por robos, lo que está afectando directamente su capacidad de llevar a cabo nuevos desarrollos. Un ejemplo es el caso de una empresa en la Región del Maule, que en ocho meses de operación ha registrado pérdidas superiores a los 100 millones de pesos por hurtos y vandalismo.
La situación es particularmente crítica en la Macrozona Norte, donde los asaltos a camiones que transportan maquinaria son recurrentes, obligando a las constructoras a modificar rutas y modos de transporte sin que esto garantice una solución efectiva. Este tipo de robos, caracterizados por la precisión y coordinación, sugieren que podrían estar vinculados a redes de crimen organizado que tienen un conocimiento detallado de las operaciones de las empresas.
Un fenómeno que frena el crecimiento del sector
El estudio también señala que la delincuencia es un factor que influye en la disminución del número de proyectos inmobiliarios. Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en julio de 2024 solo se aprobaron 2.966 viviendas nuevas en el país, lo que representa una caída del 76,7% en comparación al mismo mes del año anterior. Esto se debe en parte al aumento de los costos de seguridad, que desincentiva la inversión en nuevas construcciones, especialmente en regiones afectadas por altos índices de criminalidad.
“Este tema es un factor clave en la toma de decisiones de los inversionistas, y la delincuencia está trayendo como consecuencia una menor construcción de proyectos privados de viviendas en Chile”, destacó Durán. Esto tiene un impacto directo en la oferta de viviendas, lo que contribuye a la desaceleración del mercado inmobiliario y eleva los precios de los inmuebles disponibles.
La delincuencia, un costo que pagan todos
En definitiva, la investigación de la Universidad de Talca deja en claro que la delincuencia no solo afecta a las constructoras, sino que también tiene un impacto directo en los compradores de viviendas. Los costos adicionales de seguridad que deben asumir las empresas se ven reflejados en el precio final de las propiedades, lo que afecta a todos los actores involucrados en el proceso inmobiliario.
El desafío para el sector, tanto público como privado, es encontrar soluciones que permitan reducir estos costos sin sacrificar la seguridad en las obras. Mientras tanto, la delincuencia sigue siendo un factor determinante en la dinámica del mercado inmobiliario chileno, encareciendo los proyectos y limitando la oferta de nuevas viviendas en un contexto económico ya complejo.