A través de 36 variables agrupadas en seis dimensiones, los resultados del estudio de la CChC y el Instituto de Estudios Urbanos UC vuelve a dejar en evidencia las brechas entre comunas y la insuficiente calificaciones que le dan los chilenos a servicios que afectan su vida diaria.
Por Leonardo Núñez
La actualización del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU 2024), que ya cuenta con 15 años de mediciones sistemáticas, vuelve a dejar en evidencia las brechas entre comunas y la insuficiente calificaciones que le dan los chilenos consultados a servicios como Acceso a la Salud y la Conectividad Urbana.
El estudio, elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) junto al Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica (PUC), analizó 99 comunas de todo el país con más de 50 mil habitantes.
A través de 36 variables agrupadas en seis dimensiones —Conectividad y movilidad; Vivienda y entorno; Condiciones laborales; Ambiente de negocios; Salud y medioambiente; y Condiciones socioculturales— el ICVU permite clasificar la calidad de vida como alta, media-alta, media-baja o baja.
Según Nicolás León, Gerente de Estudios y Políticas Públicas de la CChC, esta nueva edición del índice marca un cambio sustancial respecto a versiones anteriores. “Se actualizó el 80% de las variables, lo que nos acerca a un concepto más contemporáneo de calidad de vida urbana, particularmente tras los cambios sociales y de comportamiento derivados de la pandemia”, explicó en la presentación de los resultados.
En cinco de las seis dimensiones, más de la mitad de las comunas analizadas presentan una calidad de vida media-baja o baja. Destacan entre ellas las categorías de salud y medioambiente (64% en niveles bajos) y conectividad y movilidad (63%).
La dimensión de Salud y Medioambiente —que incluye acceso a servicios médicos y condiciones ambientales— evidenció las mayores falencias en comunas como Tomé, Chillán Viejo, San Carlos, Los Ángeles y Angol. Estas localidades enfrentan un acceso limitado a especialidades médicas, falta de infraestructura sanitaria y deficiencias en el manejo ambiental.
En Conectividad y Movilidad, los resultados fueron similares. Ciudades intermedias como Linares, Ovalle, San Javier y Molina enfrentan serias dificultades para garantizar traslados eficientes, seguros y accesibles para su población. La ausencia de redes de transporte adecuadas y baja integración con centros urbanos mayores limita la movilidad diaria y, en consecuencia, el acceso a oportunidades.
Arturo Orellana, director del Instituto de Estudios Urbanos de la PUC y del proyecto ICVU, destacó que las diferencias entre comunas metropolitanas y ciudades intermedias son evidentes: “Los resultados muestran dinámicas diferenciadas. Esto invita a los tomadores de decisiones a diseñar políticas específicas para cada realidad territorial”.
Frente a estos resultados, la CChC plantea que el índice no debe ser leído en clave negativa, sino como una oportunidad para focalizar políticas públicas y coordinar esfuerzos. Nicolás León subrayó que “no se puede esperar que los municipios enfrenten estos desafíos solos”, y propone una articulación entre gobiernos regionales, ministerios, sector privado y sociedad civil para lograr mejoras.
El estudio también sugiere acciones concretas: desde generar incentivos al uso compartido del transporte y financiar centros de salud especializados, hasta promover programas comunitarios de liderazgo y bienestar. El Ministerio de Transporte, el Ministerio de Salud, los Gobiernos Regionales y otras entidades ya son parte de este mapa de acción.
En un país cada vez más urbanizado, el ICVU 2024 confirma que la calidad de vida urbana no se agota en la infraestructura o el crecimiento económico. El acceso equitativo a salud y conectividad es clave para garantizar una vida digna, segura y con oportunidades.
Alfredo Echavarría, presidente de la CChC, señaló que el hecho de que más de la mitad de las comunas analizadas tienen una calidad de vida media baja o baja, revela que “las necesidades que tiene nuestro país de inversión en todos estos ámbitos son muy grandes”.
“Llevamos una década con un crecimiento muy deplorable en comparación a lo que hicimos en las dos décadas anteriores y con un nivel de inversión en infraestructura prácticamente estancado en los últimos dos años con decrecimiento. Entonces es un índice más de la carencia de inversión y de la necesidad de que nuestro país vuelva a crecer”, concluyó.
Sondeo de la Universidad San Sebastián muestra poca conformidad con la calidad de vida ofrecida en las urbes del país. Por Leonardo Núñez Las ciudades de Chile no están cumpliendo las expectativas de sus habitantes. Sólo el 36% de quienes viven en ellas están conformes con su lugar de residencia. Así, al menos, lo muestra […]