Chile, que aspira a organizar las olimpiadas de 2036, puede aprender muchos de las lecciones que ha dejado el evento a la hora de abordar la infraestructura.
Por Leonardo Núñez
Los Juegos Olímpicos de París 2024 llegan a su fin. Y al margen de las distintas polémicas –como su comentada ceremonia de inauguración–, pasarán a la historia como los más sustentables que se hayan realizado.
Para lograrlo, sus organizadores se trazaron un ambicioso plan antes de su materialización: abordar la amenaza del cambio climático y enviar una señal al mundo. Esto, según Thomas Bach —presidente del Comité Olímpico Internacional—se iba a lograr dándole protagonismo a la sustentabilidad y al reciclaje. El objetivo impuesto fue que estos aspectos tuvieran tanta relevancia como lo deportivo.
Y esto se consiguió, de acuerdo a las cifras de la organización olímpica. El 95% de las competencias se desarrollaron en edificios ya construidos o recurriendo a infraestructura temporal (en Londres 2012, en cambio, se construyeron seis estadios nuevos). Por ejemplo, el Stade de France, el mayor estadio de Francia, construido en 1998, albergó la mayoría de las competencias mientras que el antiguo Castillo de Versalles, fue modificado para ser sede de las competencias ecuestres y albergar hasta 16 mil espectadores.
Los hitos, por tanto, en materia de sustentabilidad y construcción son varios. Chile, que aspira a organizar las olimpiadas de 2036, puede sacar varias lecciones.
París 2024 recurrió a las tecnologías verdes para reducir al máxima su huella de carbono. Esto incluyó la construcción de instalaciones sostenibles, el uso de energía renovable y la implementación de sistemas inteligentes de gestión de residuos. La meta era que la electricidad fuera 100% renovable y se logró gracias a seis campos eólicos y dos plantas solares que alimentaron las distintas instalaciones.
Los estadios, en tanto, se construyen con materiales reciclados, mientras que sensores inteligentes controlaron el consumo de energía y agua para minimizar el desperdicio. En el caso de la Villa Olímpica, ésta generó energía a partir de fuentes geotérmicas y solares y se plantaron casi nueve mil árboles a su alrededor.
La última vez que París había sido sede de los Juegos Olímpicos de verano fue hace 100 años. Para ello, reunieron a los atletas bajo el mismo techo, construyendo la primera Villa Olímpica de la historia. Era austera, con chozas de madera amuebladas y, tras el evento, fue demolida.
Hoy, en cambio, levantaron una infraestructura destinada a durar. “La villa fue concebida como un barrio, un barrio que tendrá vida después”, dijo a CNN, Georgina Grenon, directora de sostenibilidad de París 2024.
“Al construir estos edificios, tuvimos cuidado con nuestra huella de carbono y utilizamos muchos materiales naturales. Todos los edificios tienen menos de 20 metros de altura, tienen madera en sus fachadas y muchas veces en sus estructuras y pisos”, explicó, por su parte, Yann Krysinski, jefe de operaciones de SOLIDEO (organismo público encargado de financiar, supervisar y desarrollar las instalaciones olímpicas).
Tras los Juegos Paralímpicos, que termina el 8 de septiembre, la villa, que contiene 82 edificios, se convertirá en espacio de oficinas para 6.000 trabajadores y en departamentos para albergar a otras 6.000 personas. Además, se creará una residencia para estudiantes, un hotel, un parque con jardines, 120.000 metros cuadrados de oficinas y 3.200 metros cuadrados de comercios.
Así, a partir de 2025, entre Saint-Denis, Saint-Ouen-sur-Seine y la Île Saint-Denis, la comunidad local dispondrá de viviendas, gimnasios, espacios verdes e incluso comercios y servicios.
El edificio que albergó las disciplinas acuáticas fue el único que se construyó para el evento. Todos los materiales que se usaron son de origen natural o reciclados y su estructura interior es madera. Operó con paneles fotovoltaicos para mantener el agua en los 28°C, todo con el fin de cumplir con las metas de sustentabilidad.
El recinto de Las Condes tendrá capacidad para 20 mil personas y se espera que esté terminado a fin de año. Por: Tomás Rodríguez Botto Universidad Católica espera con ansias poder estrenar lo que será su nuevo estadio, el recinto ubicado en San Carlos de Apoquindo se espera que esté terminado en el último trimestre […]