Las exigencias se acentuaron incluso para el tipo de documentación antes de visitar la propiedad, o ante la categorización que define el uso como residencia y no comercial.
Por: Tomás Rodríguez Botto
Los propietarios están visiblemente más exigentes a la hora de arrendar una propiedad, por ejemplo, dentro de las nuevas tendencias está pedir la documentación antes de visitar un inmueble.
También se ha limitado de forma más clara definiendo el uso como residencia y no para fines comerciales; así como si se admiten mascotas, a veces se exigen hasta dos o tres meses de garantía por posibles daños; y en cuánto a los reajustes de canon de arriendo por contrato, se ha establecido cada seis meses salvo en el caso de ser trabajadores independientes donde en ocasiones se pide documentar el arriendo por un año.
Sin embargo, las exigencias varían entre un agente y otro, pues muchas veces son los mismos dueños los que requieren documentación adicional, aunque hay que considerar que existen papeles mínimos exigibles como sería el caso para comprobar las fuentes de ingresos para un arriendo responsable.
Los requisitos mínimos para calificar están relacionados con la situación laboral de la persona, por lo que por lo general, se exigen de tres a seis últimas liquidaciones de sueldo y lo deseable es que el ingreso represente al menos 3 veces el valor del arriendo, al igual que tenga sus cotizaciones previsionales y poder demostrar que se está sin morosidad en sus deudas, a través de un informe de evaluación comercial de Dicom.
Esta tendencia comenzó con el primer indicio en 2022, cuando para poder proteger a los propietarios ante los arrendatarios morosos, se promulgó la Ley Nº 12.461, más conocida como “Devuélveme mi casa”, que permite presentar la denuncia ante tribunales de uso u ocupación sin pago del alquiler sin el consentimiento de su dueño, lo que permite que en un plazo máximo de 15 días hábiles, se puede solicitar el abandono de la vivienda o de lo contrario, se puede pedir el desalojo con la fuerza pública.
Esta ley tiene por objetivo hacer más expedito los trámites de desalojo de arrendatarios morosos, ayudando a los propietarios a recuperar sus inmuebles frente a personas que se apropian indebidamente de las propiedades.
Por su parte, David Espinoza, agente de RE/MAX First, en entrevista con el programa Pauta Inmobiliaria, comentó que las exigencias para que un arrendatario califique para una vivienda, tienen que ver más bien con las condiciones que ponen los dueños para tener la tranquilidad de que su propiedad estará en buenas manos.
“La alta demanda por arriendos hizo que bajaran los días en el mercado y muchas veces habían varios candidatos para una misma propiedad, por lo que mientras más se demostrará el menor riesgo financiero, eso hacía que se seleccionarán mejores candidatos”, señaló.
Así, en el caso de personas independientes que quieran arrendar una propiedad y presentar boletas de honorarios, se puede solicitar la respectiva carpeta tributaria, para comprobar los respectivos ingresos que la persona percibe, esto adicional a un certificado de trabajo, cotizaciones previsionales y su evaluación comercial.
En algunas excepciones, para resguardar que la propiedad no sea arrendada por una familia y luego la puedan habitar más personas u otras familias, los propietarios a través del agente, se aseguran de redactar un contrato robusto de arrendamiento en el cual se detalle cuántos y quiénes van a residir en el inmueble.
“Al momento de requerir la documentación, se evalúa también las condiciones familiares del candidato al arriendo, probablemente individualizando a cada uno de los integrantes del grupo familiar, y eso, dando cuenta también quienes serán los ocupantes de la vivienda a la administración del edificio, de manera que si hay alguien ajeno que quiera hacer uso de la propiedad, no cuenta con la autorización estipulada por contrato de arriendo. Hay que ser previsores en ese sentido, tomar todas las precauciones antes de la firma de contrato”, explicó David Espinoza.
La Ley Nº 21.461 conocida como “Ley de arriendo” o “Ley Devuélveme mi casa”, es un respiro para los propietarios de inmuebles cuyas viviendas permanecían tomadas por sus arrendatarios. Hoy los trámites para desalojar a quienes no pagan son mucho más rápidos y económicos.
