En los últimos años, el mercado inmobiliario ha experimentado una transformación significativa. El modelo de arriendo tradicional a largo plazo ha cedido terreno a la renta corta, que se ha posicionado como una opción atractiva para inversionistas que buscan maximizar sus ganancias. Este modelo, inicialmente relacionado con la temporada alta y viajeros, ha evolucionado y se ha consolidado como una fuente constante de ingresos durante todo el año, gracias a plataformas como Airbnb y Booking.