En pleno siglo XXI, las mujeres han demostrado con creces su capacidad y talento en el ámbito laboral. Sin embargo, contar con un entorno de trabajo justo y equitativo sigue siendo un desafío diario, especialmente en industrias altamente masculinizadas como la construcción y la minería en Chile.
En un contexto donde nos gobiernan políticos que se enorgullecen de impulsar la nueva era que debería romper con las brechas de género, parece impensable que hasta la fecha, no se levanten ayudas sostenibles que se enfoquen en amortiguar la necesidad de las mujeres para acceder a la casa propia.