Este tipo de inversión puede generar ahorros de hasta cuatro veces en comparación con el arriendo tradicional.
Por: Tomás Rodríguez Botto
El modelo de copropiedad, que consiste en la inversión de una segunda vivienda por medio de la compra de una fracción de la propiedad, se ha transformado en una tendencia en los sectores costeros de Chile. Tal es el caso de Zapallar, Cachagua, Santo Domingo y Matanzas donde se pueden lograr ahorros de hasta cuatro veces por sobre un arriendo tradicional, según señala un estudio de Legria.
La Región de Valparaíso, acapara las miradas de este tipo de inversión donde en Zapallar se encuentran propiedades de 170 m2, 3 dormitorios, 3 baños y una vista privilegiada al mar. En tanto, en Cachagua la oferta se concentra en el sector del Polo a cinco minutos de la playa grande. Similar caso ocurre en el balneario de Santo Domingo y Matanzas donde las propiedades que bordean el mar son las más cotizadas.
En ese sentido, Mónica Sánchez , head of marketing & sales de Legria, señaló que es conveniente este tipo de inversión debido a que “en primer lugar hay que reconocer que tener una segunda vivienda puede mejorar significativamente la calidad de vida de una persona. Sin embargo, los costos de mantención suelen ser muy elevados y por ende, poco eficientes, entendido que las segundas viviendas en promedio pasan deshabitadas el 88% del tiempo.
“Es justamente ahí donde recae el principal atractivo del modelo Legria, pues da a más personas la oportunidad de ser dueño de una segunda vivienda, pero pagando proporcionalmente por su uso”, agregó Sánchez.
En cuanto a cómo acceder a una segunda vivienda por medio de la compra de una fracción de la propiedad, “compramos las casas, creamos una SPA (sociedad por acciones) que es dueña de esta y salimos a vender las acciones de esta sociedad”, agregó Sánchez.
De este modo, cada copropietario tiene la facultad de comprar su fracción, de la misma forma como si compra una acción de una empresa; de esta misma forma, el cliente puede vender su parte cuando estime conveniente.
Producto de los socavones en Quinta Región, todos nos hemos preguntado sobre las responsabilidades ante el catastrófico resultado después de las lluvias en los edificios afectados, que según se ha revelado, se construyeron con permisos que violaron el Plan Regulador Comunal (PRC) de Viña del Mar.