La salud está enferma. A los reclamos por las alzas de los precios de los planes de salud privada y la posibilidad de un quiebre inminente en el sistema; se le suma el paro nacional de funcionarios por los despidos de 6.300 trabajadores que fueron contratados para el período de emergencia sanitaria; y ahora, la deuda por más de U$130 millones a constructoras vinculadas a la edificación de hospitales, remata la cartera.