La baja natalidad en Chile está generando impactos en múltiples ámbitos y en el mercado inmobiliario no es la excepción. Con una tasa de fecundidad en mínimos históricos y un crecimiento sostenido de los hogares unipersonales, o de parejas sin hijos, se han más que duplicado en los últimos 30 años según cifras del Censo, por lo que el concepto tradicional de vivienda se está claramente transformando.