El analisis en el actual contexto nacional entregó importantes cifras sobre cómo el precio de las viviendas impacta en la decisión de fertilidad.
Por: Renato Herrera Lagos
Jorge Pino Lagos es el investigador del proyecto enfocado en 33 comunas de la Región Metropolitana, que entre 2010 y 2018, muestra cifras negativas entre las mujeres chilenas, donde el mayor precio de la vivienda impacta en la decisión de tener hijos.
Es sabido que, desde hace décadas el acceso a la vivienda ha sido uno de los problemas más importantes de las familias en el territorio nacional, y en ese contexto, el precio de la vivienda ha aumentado en 82% versus el de los ingresos que solamente ha crecido un 11%.
Uno de los principales factores para estas cifras son la fuerte demanda de activos inmobiliarios, precios del suelo, costos de construcción y por la plusvalía provocada por infraestructura pública como el metro de Santiago. A largo plazo, han afectado variables como las tasas de interés de créditos hipotecarios, la fuerza de trabajo, la oferta de tierra y los costos de construcción.
Junto a ello, entre 2010 y el 2018 se ha observado una caída importante en la fertilidad que oscila entre el 2% y el 45% en las comunas de Santiago.
Para las mujeres chilenas la fertilidad ha disminuido en todas las comunas analizadas, promediando -24%, al contrario de lo sucedido con las mujeres extranjeras, quienes han aumentado su fertilidad en un promedio de 237% en casi todas las comunas, pero especialmente en aquellas con mayor concentración de población migrante.
El estudio observa 33 comunas de la Región Metropolitana, entre 2010 y 2018, relacionando precios de vivienda y fertilidad de mujeres de nacionalidad chilena. El trabajo busca entender los efectos económicos y sociales del mercado inmobiliario, además de ser el primer estudio econométrico en el país que explora la relación entre ambas variables.
En este tipo de estudios existe un problema llamado «endogeneidad», dado que la elección de vivienda y la fertilidad son decisiones que los hogares llevan a cabo, pero la segunda decisión podría estar determinada por otros factores distintos a los precios de vivienda y para resolver esta limitación, utilizamos una «variable instrumental», que es la distancia a la estación de metro más cercana.
Esta distancia es significativa, porque se ha demostrado en trabajos previos[4] que la instalación de la Red Metro de Santiago influye en los precios de casas y departamentos, y es plausible pensar que la instalación de esta red no está correlacionada con las decisiones de fertilidad de los hogares a corto plazo.
Hay extensa y emergente literatura sobre la relación entre decisiones de fertilidad y precios de vivienda en países que han presentado cambios demográficos rápidamente. En particular, estudios para Suecia y los Estados Unidos han encontrado que existe un efecto negativo entre la decisión de tener el primer hijo ante aumentos en precios de vivienda, es decir, el aumento de precios genera cambios en el momento de decisión de ser padre y madre.
La literatura existente también analiza ciudades grandes como Hong Kong y China, y ha encontrado que, aumentos en precios de vivienda generan caídas en las tasas de fertilidad agregadas; otros han evidenciado que el aumento de precios de vivienda provoca reducciones en la probabilidad de tener una persona menor de 2 años en el hogar.
Los estudios encuentran, además, efectos diferenciados para personas propietarias de vivienda versus aquellas que no lo son. En un estudio realizado en los Estados Unidos que utiliza efectos fijos y variables instrumentales, se encontró que para las propietarias hay efectos positivos en la fertilidad ante aumentos en precios de viviendas, mientras que, para arrendatarios, los efectos son negativos.
Nuestros resultados confirman que, en comunas con bajo porcentaje de personas propietarias, con respecto al promedio de personas propietarias de todas las comunas, las alzas en precios de vivienda llevan a bajas de fertilidad de hasta 0,21% para comunas que se encuentran muy por debajo del promedio.
Por el contrario, para comunas con alto porcentaje de personas propietarias, estas alzas provocan aumentos en las tasas de fertilidad.
Se ha observado que, cuando el precio de las viviendas presenta alzas de 1%, las comunas con alto porcentaje de personas propietarias experimentan aumentos en la tasa de fertilidad de 0,01 a 0,31%.
Mientras que, para comunas con bajo porcentaje de propietarios, el efecto de un aumento de un 1% en el precio de las viviendas genera caídas en la tasa de fertilidad, que van de 0,03 a 0,21%.
A nivel general, los precios de vivienda han aumentado entre 10% y 290% según la comuna que se observe, y la fertilidad para mujeres de nacionalidad chilena ha declinado entre 2% y 46%.
Así, los resultados muestran que un aumento de 50% en el precio de compraventa de viviendas provocan disminuciones significativas de fertilidad de hasta 11,5% en comunas con bajo porcentaje de propiedad de viviendas, y aumentos de hasta 17,5% en comunas con alto porcentaje de propiedad.
Los resultados obtenidos en la estimación se ajustan a la teoría económica de fertilidad y vivienda, que indica que el efecto de aumentos de precios de vivienda es heterogéneo según la condición de propiedad de los individuos, en este caso, las comunas.
En particular se puede concluir que la falta de acceso a la vivienda es uno de los motivos que genera, de alguna forma u otra, bajas en fertilidad.
Pero también la falta de vivienda se ve agravada por mayor fertilidad vía mayor demanda por este bien, lo cual es uno de los factores determinantes del aumento de precios de casas y departamentos.
En el largo plazo es costoso para los países tener una población envejecida porque provoca problemas demográficos en seguridad social, al haber menos personas en edad de trabajar y más en edad de jubilación. Por ello, es necesario incentivar al mercado inmobiliario acorde a los objetivos de largo plazo de las políticas públicas del país. Por ejemplo, incentivar la construcción de viviendas más asequibles para la población en edad fértil puede servir como solución a los problemas asociados al decrecimiento de la fertilidad, a través de la modificación del momento de cuando tener un hijo.
Las políticas sociales y de vivienda deben estar centradas en una mayor integración para todas y todos los habitantes del país, considerando las tendencias de fertilidad de los últimos años.
En ese sentido hay importantes desafíos como el balance necesario entre los subsidios a la compra y arriendo de viviendas, y sus efectos potenciales en la fertilidad de las personas.
Del mismo modo resulta útil fortalecer el análisis ex ante de las políticas relacionadas a fomentar la vivienda propia y el arriendo, estableciendo un equilibrio entre ambas, considerando los efectos sociales que tienen. Por último, es fundamental impulsar la evaluación de impacto de las políticas de viviendas, para entender cómo afectan la demografía del país.
El analisis en el actual contexto nacional entregó importantes cifras sobre cómo el precio de las viviendas impacta en la decisión de fertilidad. Por: Renato Herrera Lagos Jorge Pino Lagos es el investigador del proyecto enfocado en 33 comunas de la Región Metropolitana, que entre 2010 y 2018, muestra cifras negativas entre las mujeres chilenas, […]