En un mundo donde la inversión inmobiliaria tradicional se enfrenta a desafíos como la inflación, la sobrepoblación urbana y la incertidumbre económica, la compra de tierras en mercados emergentes está cobrando un protagonismo sin precedentes.
En los últimos años Chile ha enfrentado un creciente desafío relacionado con las parcelaciones. Este fenómeno no sólo tiene implicancias medioambientales y sociales,, sino que también, refleja una problemática más profunda: la falta de suelo en áreas urbanas adecuadamente planificadas.