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Experto en Sistemas de Modelación Hidrológica señala que las urbes enfrentan serios problemas con precipitaciones sobre los 100 mm en 24 horas, como ocurrió con Santiago en 2002. Concepción y Curanilahue arriesgan deslizamientos de tierra por su geografía.

Por Leonardo Nuñez

El sistema  frontal tan anunciado se dejó sentir con toda su fuerza en la zona centro sur del país. En las primeras 24 horas, las ciudades más complicadas son Santiago, Curanilahue y Concepción. Todas, con distintas complejidades para enfrentar estos fenómenos del clima.

El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) ya cuenta 3.297personas damnificadas, 479 personas aisladas, 28 mil hogares sin luz  y 1.500 viviendas con daños de distinta consideración. Estas cifras solo van a subir en los próximos balances.

En la Región del Biobío, en tanto, el Gobierno ya decretó Estado de Catástrofe. Las comunas más críticas, además de Curanilahue, son Arauco y Santa Juana. En específico, los milímetros caídos en la región superan los 300. Esto ha generado la saturación de los terrenos y provocado remociones de masa.

De todas formas, el gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz, destacó que el sistema de emergencia, considerando que “lo que existe hoy es del siglo XX”, ha funcionado en la zona gracias a las intervenciones previas de la red hídrica. “Chile necesita una infraestructura resiliente al cambio climático, porque los problemas que estamos viviendo son estructurales”, añadió. Por su parte, el gobernador de la RM, Claudio Orrego, sostuvo que “no nos habíamos acostumbrado a este nivel de lluvia en Santiago” y afirmó que la ciudad tuvo niveles de precipitaciones similares a este en los años 2002 y 2005.

 

¿Qué pasará si sigue lloviendo?

¿Pero cuánto más de precipitaciones pueden soportar estas ciudades sin colapsar? El académico del Departamento de Ingeniería en Obras Civiles de la U. de La Serena, Edmundo González, y experto en sistemas de Modelación Hidrológica, explicó a “El Diario Inmobiliario” que la capacidad de una ciudad para resistir precipitaciones intensas depende de varios factores.

“Como la calidad de su infraestructura de drenaje, la capacidad de los sistemas de recolección de aguas lluvias y la resistencia de los cimientos de las edificaciones. En general, las ciudades ‘normales’ pueden enfrentar problemas serios cuando las precipitaciones superan los 100 mm en 24 horas, como ocurrió en Santiago el 3 de junio de 2002 –los pronósticos apuntan a que ahora podrían caer en torno a 80 mm de agua en la capital–. Sin embargo, cada ciudad tiene sus propias vulnerabilidades específicas. Por ejemplo, Santiago ha experimentado problemas con el desborde del Río Mapocho en el pasado, mientras que Concepción y Curanilahue podrían ser más susceptibles a deslizamientos de tierra debido a su geografía”, indicó.

En el caso de Santiago, los especialistas que integran el Programa Territorial Hito Más Ciudadanos Conectados, elaboraron un informe con 5 factores que explican la fragilidad de la capital frente a la lluvia: proliferación de las construcciones sobre la “Cota Mil”; colectores de aguas lluvia subdimensionados (llenos de basura, sin mantención); discontinuidad en la ejecución constructiva (al momento de realizar un mejoramiento de una vía existente, no hay traspaso de la información de las construcciones anteriores); expansión urbana sin planificación y desafectación de zonas de riesgo de deslizamientos.

“La ciudad ha crecido inorgánicamente, aumentando su extensión sin mayor regulación que lo limite”, explicaron sobre esto último.

Atención a los planes de emergencia

Por lo mismo, es crucial que las autoridades locales evalúen continuamente la capacidad de la infraestructura de la ciudad para hacer frente a eventos de precipitaciones extremas y realicen las mejoras necesarias para aumentar su resiliencia. Si la situación se agrava, Edmundo González agrega que demás de la evacuación de las zonas de mayor riesgo, es esencial que las instituciones actúen de acuerdo a los planes de emergencia definidos y establecidos por Senapred.

Esto incluye: activar los sistemas de alerta temprana y comunicación efectiva con la población para informar sobre los riesgos y las acciones a tomar; disponer de los albergues seguros con suministros adecuados de alimentos, agua potable y servicios médicos; coordinar con los servicios de emergencia y los equipos de rescate para responder rápidamente a las situaciones de crisis; implementar medidas de control de inundaciones, como la instalación de barreras temporales y el monitoreo continuo de los niveles de agua en ríos y canales.

A ello, hay que agregar otras medidas posteriores, como realizar evaluaciones tras el evento meteorológico para identificar las áreas de mejora y fortalecer la capacidad de respuesta futura.

“Cuando una persona debe abandonar su hogar debido a una emergencia, es fundamental que siga las instrucciones de las autoridades y se dirija a los lugares designados para este propósito. En lo posible, debe llevar consigo un kit de emergencia previamente preparado, que incluya suministros esenciales como alimentos no perecibles, agua, medicamentos, documentos importantes y ropa de abrigo. Es importante mantener la calma y estar preparado para enfrentar un período de incertidumbre hasta que sea seguro regresar a casa”, agrega Edmundo González.

En conclusión, las ciudades de Santiago, Concepción y Curanilahue enfrentan un riesgo significativo debido al sistema frontal que se avecina. Su capacidad para resistir el impacto de las fuertes precipitaciones dependerá de la fortaleza de su infraestructura y de la efectividad de sus planes de emergencia.

“Es fundamental que tanto las autoridades como la población estén preparadas y trabajen juntas para minimizar los daños y proteger la vida y el bienestar de todos los afectados”, finaliza el experto.

Los 10 días con más precipitaciones que registra la capital:

–Lunes 3 de junio de 2002: 111,1 mm.
–Martes 11 de agosto de 1987: 93,8 mm.
–Sábado 30 de mayo de 1981: 85,6 mm.
–Viernes 15 de agosto de 2008: 78,3 mm.
–Miércoles 4 de julio de 1984: 77,6 mm.
–Miércoles 19 de agosto de 1953: 76,1 mm.
–Jueves 20 de agosto de 1953: 69,6 mm.
–Sábado 20 de junio de 1971: 68,7 mm.
–Miércoles 15 de julio de 1987: 65,7 mm.
– Lunes 13 de julio de 1987: 64,9 mm.

*1982 no forma parte de la estadística, debido a que fueron varias jornadas consecutivas las que generaron el temporal, y no un día por sí solo (fuente La Tercera):

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