Esta Solución Basada en la Naturaleza es parte de una batería de proyectos que busca responder a la necesidad a la compleja situación hidrológica que enfrentará el país en los próximos años.
Por Leonardo Núñez
Mientras nuestro país completa 15 años de sequía en parte importante del territorio, siguen apareciendo soluciones que buscan aprovechar al máximo las aguas naturales. En la comuna de Peñalolén se acaba de inaugurar el primer “jardín de lluvia” de Chile.
Se trata de una innovadora área verde, dotada de infraestructura para contener e infiltrar agua lluvia. El proyecto, financiado por el Gobierno de Santiago, el Consejo Metropolitano y la Municipalidad de Peñalolén, contó con la asesorí de Escenarios Hídricos 2030 de Fundación Chile, infiltra el agua, recargando las napas subterráneas, que en el Gran Santiago están disminuyendo un metro por año.
Desde el Centro de Estudios AguaTierra, que ejecutó la obra, indicaron que el “jardín de lluvia” es una Solución Basada en la Naturaleza (SbN), que va en línea con la tendencia mundial de las “ciudades esponja”, que permite mitigar los efectos de temporales como los ocurridos en la temporada pasada, al capturar y retener el agua que cae desde el cielo.
La directora de Escenarios Hídricos 2030 de Fundación Chile, Ulrike Broschek, explicó que estas soluciones se enmarcan en la necesidad de responder a la compleja situación hidrológica que enfrentará Chile en los próximos años.
“Nuestro país va a ser el único de Latinoamérica que va a sufrir un estrés hídrico extremamente alto en los próximos veinte años, por lo que necesitamos un cambio de mirada, y este proyecto es un ejemplo, en el marco de generar un corredor hídrico verde. No queremos áreas verdes que consuman agua para su mantención, por lo que este jardín de lluvia cumple el triple propósito de ser sostenible, mitigar inundaciones y recargar las napas subterráneas”, explicó.
La inauguración del jardín de lluvia de Peñalolén es parte de la iniciativa “Maipo Resiliente”, una cartera de proyectos del Gobierno de Santiago destinada a enfrentar eventos extremos de sequía e inundación, en contexto del cambio climático, asegurando el abastecimiento de agua en la cuenca del río Maipo.
“En su estructura, el jardín de lluvia considera elementos tales como una cámara de sólidos, que es una obra de hormigón que actúa como bocatoma. Junto con recibir el agua desde la calle, su objetivo es el de interceptar la mayor cantidad posible de sedimentos, basura y otros sólidos presentes en la escorrentía, de modo que estos no entren en la zona de acumulación e infiltración de agua”, explicó Andrés Riveros, especialista en arquitectura hídrica del Centro de Estudios AguaTierra.
Ante la necesidad de aprovechar al máximo el recurso hídrico, desde distintos sectores de la economía están promoviendo soluciones.
En el caso de la construcción, uno de los casos de mayor éxito es el de Yaku SpA, startup de base científica-tecnológica que ha desarrollado un innovador biofiltro para la reutilización sustentable de estas aguas. Fundado en 2019 por dos científicas chilenas, Valentina Veloso y Camila Cárdenas, su tecnología se basa en la utilización de microorganismos que naturalmente purifican el agua, de forma eficiente y sustentable.
Sus filtros, que se han instalado en importantes proyectos inmobiliarios, permiten reducir entre un 40% a 70% el consumo de agua potable. Sirven para reutilizar el agua de las faenas que ocupan los trabajadores (duchas, lavamanos e inodoros); en la mitigación de polvo, limpieza de maquinaria y camiones, hormigonado; y en la etapa operativa, al reutilizar el agua de duchas, lavamanos y lavadoras de los residentes del edificio, junto también con las de inodoros y riego de áreas verdes.
Otro ejemplo hecho en Chile son los famosos atrapanieblas. Se trata de ingeniosas construcciones conformadas en sus extremos por dos palos de eucaliptos de seis metros de altura y en su centro por una malla de invernadero de polietileno, que se pueden encontrar en los bordes costeros del norte chileno y que están resolviendo el problema más grave del desierto: la escasez de agua, a través de la captura de la niebla del desierto.
El sitio Marca Chile recuerda que el fallecido físico chileno Carlos Espinosa fue quien inventó lo que es reconocido como el primer modelo de atrapanieblas del mundo, ganándose el título de “el profesor que atrapó las nubes”.
Esta Solución Basada en la Naturaleza es parte de una batería de proyectos que busca responder a la necesidad a la compleja situación hidrológica que enfrentará el país en los próximos años. Por Leonardo Núñez Mientras nuestro país completa 15 años de sequía en parte importante del territorio, siguen apareciendo soluciones que buscan aprovechar al […]