Las diseñadoras apuntan a materiales que regulen la temperatura, absorben parte del sonido y aquellos que muestran textura imperfecta.
Por: Tomás Rodríguez Botto
Cada vez más personas buscan en sus hogares un espacio que los acoja, los calme y los desconecte del caos. Ante esta situación los espacios interiores pueden resultar ser un lugar acogedor por la conexión entre el diseño y sus materiales.
Sin embargo, existen materiales que suelen favorecer esa sensación de acogida, “los revestimientos con texturas amaderadas, los muebles fabricados con tableros de melamina en tonos madera y su combinación con unicolores suaves o contrastantes que se integren con las paredes y el entorno”, señaló Javiera Barbosa, arquitecta especializada en Innovación y Emprendimiento de MASISA.
Por su parte, también destacan los materiales naturales, como la madera, los tejidos de fibras orgánicas o la cerámica, que aportan calidez y textura.
En ese sentido, Sara Ros, diseñadora de interiores, agregó que “además de lo visual, también influyen en cómo se siente el espacio: muchos de estos materiales regulan la temperatura, absorben parte del sonido y envejecen de forma noble, lo que suma autenticidad y confort”.
En la misma línea, Macarena Saenz, fundadora del estudio de interiorismo Msaenz.design, destaca que aquellos materiales que envejecen, que tienen textura que son imperfectos crean espacios acogedores.
“Hablo de la madera que se desgasta, que cambia de color, la cerámica hecha a mano, el lino, las fibras naturales. Esos materiales que no son perfectos, pero se sienten vivos, muestran la presencia humana”. complementa Saenz.
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