Informe de la Fiscalía Nacional Económica concluyó que falta de oferentes “podría estar impactando el precio del servicio”. Recientemente se clausuró uno en Talca.
Por Leonardo Núñez
El intento de regularización de un cinerario y crematorio en la Región de Los Ríos, en el sector de Llancahue, el cual enfrenta una serie de observaciones por parte del Servicio de Evaluación Ambiental, no ha pasado inadvertido por lo inusual del tipo de inversión en un mercado “altamente concentrado” y con “pocos oferentes” que prestan este servicio.
“El proyecto se refiere a las instalaciones de un edificio de 332,9 m2 de superficie, el que cuenta con sala de espera para los deudos, oficinas, baños y cafeterías, además del hall, sala de recepción y sala de máquinas (donde se encuentran los hornos y cámara de frío)”, indica su solicitud de evaluación, que también incluye estacionamientos, bodegas y otras obras menores.
Uno de los escollos que enfrenta la iniciativa es un oficio del Consejo de Monumentos Nacionales, que señala que existen “antecedentes culturales del área” donde se instalatá el cinerario que “dan cuenta de la susceptibilidad de existir yacimientos arqueológicos y monumentos históricos”. Por lo tanto, se preveé un largo camino para la regularización del proyecto del empresario Michael Eduardo Tolhuijsen.
Un informe de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) de 2023 concluyó que en Chile “el poco número de crematorios se traduce en índices de concentración de mercado altos a nivel regional”.
En el país, en total, solo hay diecisiete crematorios. Y en las regiones de Ñuble y Aysén, por ejemplo, no existe ninguno. En la Región Metropolitana hay tres, dos en la del Biobío y en Los Lagos, en el resto de regiones hay un crematorio por cada una. El precio promedio de una cremación es de 1.056.324 pesos y la mediana es de 1.014.535 pesos.
La FNE menciona dos consecuencias que puede tener que haya pocos crematorios a lo largo del país. En primer lugar, los crematorios “tendrían una posición monopólica, que podría estar impactando el precio del servicio” y, en segundo lugar, “la presencia de un solo crematorio en toda la región podría significar que estos se encuentren demasiado alejados de la población”.
La FNE también considera que existen procedimientos administrativos en las Seremi de Salud inconsistentes entre las regiones y demasiado largos, por lo que deberían unificarse y reducirse los plazos necesarios para obtener un permiso administrativo de las Seremi de Salud.
La ley en Chile obliga a los crematorios a funcionar en un terreno que como mínimo tenga 10.000 m2. Sin embargo, no se indica nada respecto a la distancia que debe existir entre las chimeneas de los cinerarios y las residencias cercanas, lo que ha generado problemas de convivencia con instalaciones que están cerca de zonas residenciales, como ocurrió con uno en Talca que fue clausurado por este motivo el pasado mes de diciembre.
Los requisitos técnicos que exige la normativa podrían ser un impedimento para la entrada de nuevos competidores al mercado de los crematorios. En particular existen, según la FNE, requisitos injustificados: 1) tener una chimenea de al menos treinta metros, 2) tener al menos dos hornos crematorios por instalación y 3) tener un mínimo de 10.000 m2.