Más de 170.000 propiedades en el país han recibido una calificación energética de manera voluntaria, según datos del MINVU.
Por: Tomás Rodríguez Botto
La industria inmobiliaria está incorporando cada vez más prácticas sostenibles en sus proyectos, como la reducción de emisiones a través de la eficiencia energética en edificaciones, que representan un 38% de la contaminación global, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además, se están implementando iniciativas de economía circular.
En este contexto, Enrique Loeser, gerente comercial de Inmobiliaria Altas Cumbres, señala que “la industria inmobiliaria muestra un creciente interés por desarrollar este tipo de proyectos de manera voluntaria, sin necesidad de una regulación que lo imponga”.
En relación con la reducción de la huella de carbono en el mercado inmobiliario, Loeser comenta que estas prácticas se llevan a cabo “a través de soluciones enfocadas en la eficiencia energética; por ejemplo, implementando aislamiento de alto estándar y evitando los puentes térmicos en la vivienda, lo que impide las pérdidas de energía y reduce el uso de calefacción o aparatos de enfriamiento”.
Además, este tipo de prácticas promueve la reutilización, el reciclaje y la valorización de residuos para maximizar el aprovechamiento de los recursos existentes.
Por otro lado, es importante destacar que a partir de octubre de este año, la Calificación Energética de Vivienda (CEV) del MINVU dejará de ser voluntaria. Después de más de 12 años, se convertirá en obligatoria para todos los nuevos proyectos inmobiliarios.
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