En conversación con El Diario Inmobiliario, la constructora civil y participante en varias instancias relacionada al rol de la mujer en la industria, tiene la “película clara”. Con Mujeres en Construcción generó significativos logros como el decálogo de buenas prácticas laborales, “es gratuito, esta es la página web”, indica.
Al mirarla a simple vista, se siente poder y seguridad. Algo característico en las diferentes morfologías de mujeres que nos encontramos en el último evento MI Comunidad de Mujeres Inmobiliarias, donde está Constructor Civil de Universidad Católica, ha participado en diferentes instancias. Desde el 2016 comenzó a estudiar el programa BOUX con mujeres empresarias para participar en los directorios y en 2019 parte con Mujeres en Construcción, Corporación sin fines de lucro que ha avanzado en el área de la construcción.
Otro de sus aportes significativos para la industria es la creación, junto a la unidad de ejecutivos del Diplomado con la Facultad de Economía y Negocios de la Chile, que es de Dirección de Empresa, “en que se ve economía y se ve liderazgo, obviamente muchos más temas, pero es trascendental porque es lo que nosotros creemos que les sirve a todos mujeres y hombres que están en construcción”, indica con cierta sencillez. Otra de sus características..
“Hace poco estamos con Mujeres en Construcción, también con la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. Con la unidad de negocio, participamos en mesas funcionales y hemos estado activamente llevando la voz de equidad, de las buenas prácticas laborales y de la inclusión, visibilizando a las mujeres, que en realidad somos muy pocas”, sentencia.
Ahora, ¿qué nos convoca a hablar de Mujeres en Construcción?
En Chile, hemos aumentado de un 7 o 9% a nivel mundial, estamos en un 11% en el lanzamiento que también participó la Embajada de Canadá. Ellos nos contaban que llevan 30 años de políticas públicas accionando para que haya más mujeres, también llegan apenas al 10% de Mujeres en Construcción.
¿Sobre este dato relevante, qué acción podemos sacar?
Es un rubro que tiene mucho por explorar y nosotras estamos convencidas que somos un complemento de hombres y mujeres y que al juntar una proporción más o menos parecida, podemos tener una visión diferente de cómo solucionar los problemas y de cómo mejorar las condiciones ambientales también.
Del evento, ya de la comunidad, de la idea en este caso, ¿qué grado de importancia tú le asignas a esta formación de esta comunidad?
Mira, esta comunidad para mí es fundamental porque las redes interaccionan entre las redes. Una sola red no va a poder ejercer los cambios que se necesitan. En cambio, cuando las redes se articulan, se genera un intercambio de opiniones, se genera un intercambio de conocimientos, de experiencias, y por lo tanto se pueden llegar a mejores soluciones; soluciones que se han aplicado una a otra.
Por lo demás, las mujeres, la misma persona que está haciendo el estudio, hizo el estudio con mujeres en minería, las mujeres necesitan en un gran porcentaje, más del 80%, inspirarse en otras mujeres, saber cómo ella recorrió el camino.
¿La idea central de lo que se busca es abrir oportunidades, crear redes?
Yo creo que este tipo de red puede también abrir el camino a eso, a hacer historia, a inspirar a otras mujeres que están empezando o tal vez a personas que no se dan cuenta, porque eso también pasa en muchas construcciones, hay mucha negación, hay mucha gente que cree que está todo perfecto tal cual está y no mira realmente a la persona que está 100 puntos más atrás y que no ha podido avanzar. Entonces, yo creo que es una responsabilidad social ayudarnos todos y todas. Creo que no podemos seguir pensando de forma individual porque si seguimos así, esto no va a mejorar.
¿Qué sucede en la alta dirección de las empresas?
Es súper necesario que las mujeres lleguen a los directorios, algo que se está estudiando en una proposición con ley de cuotas, porque cuando las mujeres llegan a puestos de toma de decisión, pueden hacer un cambio hacia el resto de la organización. Entonces ahí necesitamos esas metas o esas cuotas, o necesitamos hacer algo para obligarnos a cambiar. En Europa los cambios que se hicieron de mujer en directorios fueron con cuotas.
Hay muchas mujeres que están preparadas, es más, en muchos casos sobre preparadas. En Woman in Mining Chile realizaron un estudio que determinó que un 48% de las mujeres tenían posgrados. Hay mucha mujer preparada, hay mucha mujer disponible.
¿Cuál debería ser la mirada de la industria, a tu juicio?
La mirada de la industria debe actualizarse. Hoy en día, los stakeholders no son solamente los clientes finales; son la gente y sus trabajadores. Ellos son los encargados de hablar bien de una empresa.
¿En qué falla la industria o cuáles son las mejoras que crees se deben hacer?
Ya la publicidad no va en campaña publicitaria, donde se diga que la empresa es buena porque sí, esto va en la experiencia de las personas, las redes sociales distribuyen mucho la información, la sociedad ha cambiado, las exigencias climáticas y ambientales son distintas, las exigencias sociales no van a ceder, entonces si no entendemos a enfrentar la empresa de otra manera, de una manera completa, con el compromiso social, personal, con la inclusión, con la resiliencia, no nos estamos adecuando a los tiempos que lo exigen.
¿Y la mirada Claudia?
La mirada tiene que ser de una empresa inclusiva, una empresa con buenas prácticas laborales, una empresa que preste la posibilidad de enseñar a las personas que están recién llegando cómo mentorearla, cómo seguir su camino, cómo avanzar y la conexión, la colaboración.
Si nos quedamos con una palabra clave de todo este trabajo que están desarrollando, ¿cuál sería?
Yo creo que la palabra clave acá es la colaboración, la colaboración y el valor de cada persona en el engranaje de la empresa.
Estas últimas semanas, tras unas conversaciones significativas y ponencias a estudiantes de educación superior, he osado cuestionarme la educación puramente técnica que muchos hemos experimentado.
En la vida hay varios matices que nos hacen tomar una postura. Los más radicales suelen sentirse víctimas y buscar culpables para descargar la frustración, la ira o el dolor; o bien, sin importar el cómo o las razones, algunos se hacen cargo de corregir lo que incomoda, lo que pesa o lo que estanca.
Hay varias cosas que convergieron para atreverse a hablar de este tema que incomoda por prejuicios, porque las personas no saben qué implica y se distorsiona el sentido. La necesidad de trabajar en equidad, en construcción o en extenso, nace con los años.