Aunque el organismo indicó que cada país tiene sus particularidades, enfatizó que hay una arista que todos tienen en común: el desequilibrio entre la oferta y la demanda.
Por Leonardo Núñez
El Fondo Monetario Internacional (FMI) entró de lleno al debate por la crisis de acceso a la vivienda que enfrentan países de todos los continentes, declarando que estamos frente a una “emergencia global”. Por ello, el organismo instó a buscar soluciones coordinadas entre las distintas naciones.
Aunque el FMI indicó que cada país tiene sus particularidades –en el caso de Chile, la falta de suelo, la “permisología” y alto costo de los créditos hipotecarios están entre sus principales problemas–, enfatizó que hay una arista que todos tienen en común: el desequilibrio entre la oferta y la demanda.
Esta situación está provocando un alza de los precios de las viviendas a un ritmo mucho más rápido que el de los salarios. Por este motivo, la respuesta debe ser “multidimensional”, sostiene el FMI.
“Los salarios y el crecimiento demográfico estimulan la demanda de vivienda y, si la oferta no sigue el mismo ritmo, los precios siguen aumentando”, explicó Hites Ahir, investigador principal del organismo.
Uno de los casos más graves que muestra este desequilibrio es el caso de Canadá. Con 41 millones de habitantes, tiene un déficit de 3,5 millones de viviendas, lo que ha provocado incrementos anuales en los precios de la vivienda de alrededor del 5%, según datos publicados por Idealista News (en el caso de Chile, con 21 millones de habitantes, el déficit habitacional se ha cifrado en cerca de un millón de viviendas).
Para intentar resolver esta crisis de oferta de vivienda, las autoridades canadienses ya están acelerando los permisos, liberando terrenos y también lidiando con la falta de trabajadores en la construcción. Sin embargo, estas casas pueden tardar varios años en construirse, lo que crea un desequilibrio temporal, según el análisis de distintos expertos en el área.
Otro arista que está provocando desequilibrios, es que la demanda local en países como España, Portugal o Australia, por nombrar alguna casos, se ve afectada por compradores extranjeros que invierten en estos mercados inmobiliarios.
Por esta razón, no son pocos los gobiernos que lo han prohibido o han generado mayores desincentivos para alejar a estos inversores. La eliminación de la “Golden visa” en Portugal y España es uno de los últimos casos, o el aumento de los impuestos por la compra de vivienda a extranjeros en Reino Unido, es otro.
El FMI hizo una serie de recomendaciones para abordar el déficit habitacional de manera multidimensional. Entre ellas están: controlar la disponibilidad de crédito para la vivienda, con medidas micro y macroprudenciales (límite de tasa de esfuerzo, financiamiento mínimo, etc.); regular la compra de viviendas por extranjeros (con recargos o fin de beneficios fiscales), y construir más viviendas y reducir la burocracia.
Aunque el organismo indicó que cada país tiene sus particularidades, enfatizó que hay una arista que todos tienen en común: el desequilibrio entre la oferta y la demanda. Por Leonardo Núñez El Fondo Monetario Internacional (FMI) entró de lleno al debate por la crisis de acceso a la vivienda que enfrentan países de todos los […]