“Jamás en los últimos cinco años, en la multitud de incendios investigados, hemos visto que se haya construido o cambiado el suelo de algún espacio quemado”, señaló el persecutor del caso, Osvaldo Ossandón.
Por Leonardo Núñez
El fiscal especial por el caso de los incendios de Valparaíso, Osvaldo Ossandón, decidió despejar algunos mitos en torno a estos trágicos hechos que dejaron 136 muertos y siete mil casas dañadas en el mes de febrero de este año. Entre ellos, el persecutor descartó la participación de empresas de desarrollo inmobiliario en los siniestros.
La investigación de Ossandón vive días clave con las últimas órdenes de arresto que decretó en contra de cuatro sujetos por la responsabilidad en los incendios. Entre los detenidos se encuentran un extrabajador de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), dos funcionarios activos de dicha institución, además de un voluntario de Bomberos. Previamente, se había imputado a otras tres personas por los mismo delitos.
El persecutor ha logrado establecer que hubo una “organización criminal” dedicada a la realización de incendios forestales en el sector de la Reserva Nacional Lago Peñuelas y alrededores, la cual operaba por lo menos desde el año 2021. Su última acción criminal fue justamente los incendios del 2 de febrero.
Por ello, este lunes, en base a los antecedentes acumulados, Ossandón quiso despejar dudas en torno a acusaciones o sospechas infundadas que tuvieron, en su momento, importante cobertura de prensa y en redes sociales, en especial relacionadas con las empresas inmobiliarias y el supuesto uso de suelo tras los incendios.
“Los grandes incendios que nos tocó investigar son de sitios donde no se va a poder construir nunca. Es decir, la reserva Lago Peñuelas aunque se queme completa va a seguir siendo la reserva Lagos Peñuelas, nadie va a poder construir ahí”, explicó el persecutor.
“Si apareciera algún antecedente nosotros lo haríamos ver por cierto, pero jamás en los últimos cinco años, en la multitud de incendios investigados, hemos visto que se haya construido o cambiado el suelo de algún espacio quemado”, dijo a los medios. “Nunca he visto una situación de que hubiera una inmobiliaria que vaya a querer construir en algo, porque no se puede, es imposible”, concluyó.
En redes sociales y a través de medios de prensa, se ha acusado que tras estos incendios hubo participación o financiamiento de agrupaciones terroristas, adherentes de partidos políticos, empresarios y, como en otras ocasiones, también se vinculó falsamente al sector del desarrollo inmobiliario.
Un diputado oficialista llegó a proponer un proyecto de Ley para impedir la construcción habitacional sobre terrenos afectados por los incendios. “Estos suelos generalmente son amenazados por proyectos inmobiliarios y sabemos que luego de las quemas se abaratan, se venden, se cambian los planes reguladores y se convierten en extensión urbana. La idea es justamente proteger estos suelos para reforestar y no tener que permitir que se instalen nuevas habitaciones, para proteger el bosque nativo”, indicó el legislador.
En conversación previa con nuestro medio, Luis Eduardo Bresciani, director de la Escuela de Arquitectura UC y expresidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, señaló que “las teorías conspirativas son cada día menos aceptadas por su falta de sustento. Pero suman a crear un ambiente de desconfianzas en una institucionalidad urbana que ha tomado décadas construir, pues no solo afecta a las empresas, sino que también al sector público que regula y aprueba proyectos”.
En esa línea, recordó que la tragedia de los incendios de Viña del Mar vino a incrementar aún más el grave déficit de viviendas en la Región de Valparaíso y que reflejó la precariedad del desarrollo urbano en los cerros de dicha ciudad. “Esto reafirma que la emergencia habitacional debe ser abordada integralmente, construyendo barrios con infraestructuras de calidad y no solo viviendas”, recomendó.