Un 85% de las empresas que ponen Envases y Embalajes en el mercado no están aplicando las nuevas normas. “Aún estamos a tiempo de corregir las distorsiones”, sostiene Pedro Álamos, gerente general de ProREP.
Por Leonardo Núñez
Este mes se cumple un año calendario de la implementación de la etapa de Envases y Embalajes (EE) de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje, más conocida como Ley REP. Y las cifras para el sector industrial son preocupantes.
Pedro Álamos, gerente general de ProRep, Sistema de Gestión exclusivo para Envases y Embalajes no domiciliarios, señala que el 85% de las empresas que ponen estos productos en el mercado no están aplicando las nuevas normas. Esto, pese a que son responsables del 40% del total de estos residuos generados en el país.
“Que un 85% de estas empresas se esté restando, impide que tengamos una buena línea base para medir cómo vamos en las metas de valorización. Además, hace que las empresas que sí están dentro de los Sistemas de Gestión autorizados estén absorbiendo el costo y el esfuerzo del cumplimiento de la normativa, lo que no es sostenible en el tiempo”, señala.
El análisis de ProREP es que esto ocurre por desconocimiento o por omisión de las empresas afectas. “Muchas de ellas sienten que cumplir con la Ley REP es un costo o un impuesto adicional”, señala Álamos.
La Ley REP representa un desafío para el sector de la construcción y el desarrollo inmobiliario, prolífico en ocupar tambores, bidones, cajas, sacos de cemento, tinetas de pintura y zunchos, entre otros recipientes esenciales para el traslado y mantención de materiales en la obra.
A nivel global, el 35% de los desechos proviene de la industria de la construcción. La cifra es similar en Chile. Según el Ministerio del Medio Ambiente, las empresas locales son responsables del 34% de los residuos sólidos generados en el país, pero sólo el 5% de éstos es reciclado.
En teoría, de acuerdo a diversos estudios, se podría reciclar hasta el 100% de los desechos de la construcción. Pero en la práctica es distinto y los residuos suelen terminar en zonas periféricas o vertederos ilegales (unos seis mil millones de toneladas se generan anualmente en nuestro país).
De todos modos, la industria local se ha preocupado del tema. En el marco de la Estrategia de Economía Circular del Sector Construcción –iniciativa de la Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y el programa Construye2025 de Corfo–, ésta ha convocado a los principales actores de la industria a impulsar medidas que disminuyan la demanda de recursos, logren menor impacto ambiental y contribuyan a la regeneración del ecosistema y la protección del patrimonio ambiental.
Es el caso de Lan Polita, consultora especializada en la búsqueda de soluciones en economía circular. Christian Sanhueza, CEO de la firma, explicó a “El Diario Inmobiliario” que, bajo dichas directrices, ejecutaron un proyecto con la empresa de construcciones asfálticas Quilín para la fabricación de pavimentos a través de la escoria (desecho) proveniente de una importante faena de la gran minería. Este pavimento, que reemplaza la utilización de áridos (ripios) por la escoria, será utilizado en la construcción de caminos interiores de la propia faena del yacimiento. Para su elaboración también se ocupan materiales que se puedan reciclar en el marco de la Ley REP.
En Chile se siguió el modelo Belga. Por esta razón se separaron las metas de EyE domiciliarios y no domiciliarios al dar forma a la Ley REP. En el caso de los primeros, también estamos con tareas pendientes.
Candelaria Valdés, gerente de Sostenibilidad de Ambipar Environment, gestor en la clasificación y pretratamiento de residuos destaca que ―si bien las metas van a ir aumentando de manera gradual de aquí al 2034―, es importante realizar ajustes a la norma. Esto, porque existe una brecha en las capacidades instaladas para alcanzar las metas que establecidas tanto en el ámbito domiciliario como no domiciliario.
Actualmente, la capacidad de reciclaje en el país permite absorber y valorizar el 57% del volumen de Envases y Embalajes generados a nivel nacional, según cifras de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje.
Uno de los temas que descartan los especialistas es la revisión de metas y plazos ya establecidos para Envases y Embalajes no domiciliarios (cada cinco años). “Sería una muy mala señal porque desincentivaría las inversiones y la instalación de capacidades que nuestro país requiere con urgencia, sobre todo en regiones”, concluye Álamos.
A un año de la implementación de esta LEY , ProREP recomienda:
–Fortalecer la comunicación e información desde una perspectiva positiva de la economía circular, destacando sus beneficios económicos y ambientales.
–Establecer incentivos de parte de la autoridad para que los productores sí cumplan la normativa, a través de subsidios o subvenciones. Otro aspecto importante para abordar en el sector industrial es mejorar la segregación y trazabilidad de los residuos.
–También es necesario que la autoridad ambiental comience las fiscalizaciones para que el riesgo de las multas a las empresas—que pueden llegar hasta 10 mil Unidades Tributarias Anuales (UTA) — sea una realidad tangible.
–En el ámbito domiciliario, se plantea realizar una labor fuerte en materia de educación y concientización pública, sobre la importancia de la segregación de residuos.
Con motivo de las Fiestas Patrias, el Ministerio del Medio Ambiente lanzó una campaña a ritmo de cumbia para fomentar el reciclaje en estas fechas: Se puede escuchar en este link.
Un 85% de las empresas que ponen Envases y Embalajes en el mercado no están aplicando las nuevas normas. “Aún estamos a tiempo de corregir las distorsiones”, sostiene Pedro Álamos, gerente general de ProREP. Por Leonardo Núñez Este mes se cumple un año calendario de la implementación de la etapa de Envases y Embalajes (EE) […]
La implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP) ha marcado un hito en la gestión de residuos en Chile. Sin embargo, su impacto en la industria de la construcción plantea tanto desafíos como oportunidades que no podemos ignorar.
La creciente escasez de áridos, agravada por la sobreexplotación y el cambio climático, así como el persistente déficit habitacional y el aumento de desechos domiciliarios e industriales, plantean la necesidad imperante de revisar la normativa vigente en torno a la confección de hormigones y asfaltos.
