El certamen cumple 10 años destacando obras que mejoran la calidad de vida y promuevan ciudades “más justas, equilibradas y sostenibles”.
Por Leonardo Núñez
El próximo 28 de noviembre se conocerán los ganadores del Premio Aporte Urbano (PAU), concurso que lleva 10 años reconociendo a los arquitectos y proyectos que promueven la creación de ciudades más inclusivas, sostenibles y de calidad.
Sobre el impacto del certamen, su director, Cristóbal Prado, señala que hace 10 años el mundo de la construcción e inmobiliario destacaba “más por las noticias malas”, relegando a un segundo plano los proyectos que era un aporte a la ciudad.
Por ello el PAU, agrega, “tiene como objetivo reconocer aquellas obras que, por su impacto en el desarrollo urbano, mejoran la calidad de vida de sus habitantes, reflejando el compromiso por hacer de nuestras ciudades, ciudades más justas, equilibradas y sostenibles”.
En esa línea, una de las categorías que más relevancia ha adquirido con el tiempo es la que premia a los proyectos de integración social. Este concepto es uno de los 5 ámbitos prioritarios de la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), la cual busca disminuir el déficit de viviendas y disminuir la segregación urbana.
Este año fueron seleccionados tres proyectos para esta categoría. Estos son:
Condominio Santa Teresa: Su mandante fue el Consorcio Techo Santa Teresa, nacido en torno al campamento del mismo nombre ubicado en San Bernardo (RM). Se trata del primer DS19 que erradica y radica un campamento en el mismo terreno.
El compromiso con la comunidad fue tal, que ahora se ven las resultados de un esfuerzo mancomunado de distintos actores para sacar adelante el proyecto. Cuenta con 4 locales comerciales y más 185 viviendas distribuidas en 5 edificios de 4 pisos de altura. Tocando muchas puertas, se logó aumentar el porcentaje mínimo de vivienda sin deuda para dar cabida a todas las familias que habitaban el campamento.
Conjunto Habitacional Las Perdices: Patrocinado por la Municipalidad de Peñalolén, fue desarrollado por la constructora Noval y ejecutado por un grupo de arquitectos, entre ellos Jocelyn Figueroa Yousef y Andre Geoffroy Azurmendi. Se compone de 400 departamentos sociales, con dos modelos de viviendas de más de 59 m2 que tienen 3 dormitorios. Además, este conjunto habitacional contará con áreas verdes, estacionamientos, juegos infantiles y una sede vecinal. También contempla departamentos adaptados para personas con discapacidad y movilidad reducida.
Mirador Laguna: Situado en la comuna de Cerrillos, fue desarrollado por Álvaro Arancibia, de Mobil Arquitectos. Se trata de un conjunto habitacional que destina el 30% de sus viviendas a familias vulnerables, distribuyéndolas de forma equitativa en todos los edificios y pisos.
El diseño se organiza en torno a un gran espacio central, concebido como un lugar de encuentro para actividades de diversas escalas, promoviendo la convivencia entre los residentes y grupos sociales. Este espacio abierto se articula con una plaza en la esquina del sitio, la cual, además de actuar como acceso principal, conecta de manera directa con el parque vecino, reforzando la relación del proyecto con su entorno.
Mas información del Premio Aporte Urbano en su sitio web.
El certamen cumple 10 años destacando obras que mejoran la calidad de vida y promuevan ciudades “más justas, equilibradas y sostenibles”. Por Leonardo Núñez El próximo 28 de noviembre se conocerán los ganadores del Premio Aporte Urbano (PAU), concurso que lleva 10 años reconociendo a los arquitectos y proyectos que promueven la creación de ciudades […]