En un país donde la incertidumbre económica se ha convertido en la norma, el sector inmobiliario enfrenta desafíos sin precedentes. La Tasa Interna de Retorno (TIR), un indicador clave para medir la viabilidad y rentabilidad de las inversiones inmobiliarias, parece esfumarse en un contexto marcado por regulaciones permisivas exageradas y plazos inciertos para todo el proceso de un proyecto inmobiliario.