Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la apertura de las piscinas en condominios marca el inicio de la temporada de calor. Estas áreas comunes se convierten en un punto de encuentro para los vecinos, lo cual implica que las administraciones establezcan normas específicas para garantizar un uso adecuado y seguro de las instalaciones. Estas reglas no solo promueven la convivencia entre residentes, sino que también protegen su seguridad y comodidad. A continuación, te presentamos los puntos claves que suelen implementarse en muchos condominios.
Para asegurar el disfrute de todos, la mayoría de los condominios limita la cantidad de invitados permitidos en el área de la piscina. Durante los días de semana, cada hogar puede invitar hasta dos personas. Sin embargo, los fines de semana y días festivos, el uso de la piscina se reserva exclusivamente para los residentes permanentes. “Sabemos que a los residentes les gustaría invitar a más personas los fines de semana, pero las administraciones de los condominios deben priorizar la comodidad y el espacio de quienes viven allí permanentemente”, explica Rafael Escobar, CEO de Kastor, una plataforma especializada en la gestión de edificios y condominios.
Para prevenir accidentes, se requiere que los menores de 10 años ingresen a la piscina solo si están acompañados por un adulto. Además, suelen prohibirse los juegos bruscos y el uso de flotadores grandes. Las “bombitas de agua” y los “piqueros” también están fuera de lugar, ya que podrían incomodar o poner en peligro a otros usuarios.
Para mantener el agua limpia y evitar situaciones de riesgo, no se permite el consumo de alimentos, bebidas o chicle en el área de la piscina. En algunos condominios, las normas llegan a prohibir que los usuarios escupan o se suenen la nariz dentro de la piscina. Aunque es tentador llevar snacks o bebidas a la zona, es recomendable consumirlos lejos del agua.
En general, las mascotas no están permitidas en el área de baño, a excepción de perros guía o animales de apoyo emocional debidamente certificados. Además, no se permite consumir bebidas alcohólicas ni ninguna otra sustancia prohibida, en cumplimiento de las normas del Ministerio de Salud, que regulan el uso de espacios de recreación acuática.
El incumplimiento de estas normas puede resultar en sanciones económicas, que suelen cargar a los gastos comunes del infractor. Las multas pueden llegar hasta 3 UTM, equivalentes a aproximadamente 200.000 pesos chilenos. En casos de contaminación intencional o accidental del agua de la piscina, el costo de vaciar y reponer el agua será responsabilidad del residente responsable.
La aplicación de estas normas busca fomentar una convivencia saludable entre vecinos y asegurar que todos puedan disfrutar del verano en un ambiente seguro y limpio.
Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la apertura de las piscinas en condominios marca el inicio de la temporada de calor. Estas áreas comunes se convierten en un punto de encuentro para los vecinos, lo cual implica que las administraciones establezcan normas específicas para garantizar un uso adecuado y seguro […]