Es evidente que las temperaturas han ido aumentando de la mano del calentamiento global, y que esto ha ido mermando la calidad de vida en las urbes de nuestro país. Estamos frente a un enemigo que no es capaz de declararnos la guerra pero que ya la tiene desatada, puesto que las ciudades tendrán que asumir que el calor va a ir in crescendo, y que este, no se sufre de igual manera en todas las comunas, puesto que está directamente vinculado a la planificación urbana.