A 13 años del terremoto del 27F de 2010, donde nuestro país sufrió los estragos de la naturaleza y a casi un mes del sismo en Turquía, cabe revisar las posibles mejoras en la normativa y las condiciones actuales en caso de volver a enfrentarse a estos episodios.
Por: Renato Herrera Lagos
Fue a las 03:34 de la mañana del sábado 27 de febrero de 2010 cuando un gran remezón sacudió a buena parte de Chile, dejando en el suelo edificaciones, carreteras y accesos. Una de las construcciones recordadas afectadas por esta sacudida fue el edificio en Concepción que literalmente se partió en dos.
Por esto, en conmemoración de esta catástrofe, nos preguntamos sobre la calidad de los materiales en la construcción actual, en cómo los profesionales del área están trabajando pensando y planificando los suelos, el diseño, el proceso de ejecución de proyectos y la proyección a futuro.
Si bien, nuestro país es uno de los que posee los más altos estándares de construcción sísmica, esto debe ir de la mano de medidas políticas de construcción. Por lo mismo, el acompañamiento de las inspecciones técnicas en el proceso de edificación de viviendas y revisión de si están sometidas a controles de verificación y chequeo permanente, se hace imperativo.
Lucio Ricke, Past President de AICE señala al respecto que. “Los edificios habitacionales o de oficinas son verificados de acuerdo con la normativa vigente, cada vez que son modificados estructuralmente o se cambia el uso del inmueble, especialmente cuando las cargas que afectan a la estructura son modificadas. Por otro lado, las estructuras industriales son verificadas cada vez que su propietario lo requiere, habitualmente por un cambio en los procesos productivos que alberga la estructura. En ambos casos se verifica la estructura para que resista las nuevas solicitudes de acuerdo con la normativa vigente en el momento de su modificación”.
En cuanto a la normativa, el Past Presidente de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales advierte que “la normativa de diseño estructural en nuestro país es mundialmente reconocida por sus buenos resultados estructurales en los grandes terremotos que nos ha tocado vivir. Luego se podría decir que tiene un buen estándar técnico para los tipos de estructuras que históricamente se han diseñado en Chile y para los terremotos de subducción que principalmente nos afectan”.
“Si se quiere innovar en las tipologías estructurales y/o lograr mejores comportamientos estructurales, es necesario perfeccionar el proceso de actualización de la normativa en todos sus ámbitos, construyendo una instancia que disponga de recursos económicos y dirija un proceso periódico de actualización de las normas, y además, es necesario la incorporación de instrumentos en las estructuras que permitan obtener datos del comportamiento estructural que respalde dicho proceso de actualización periódica de las normas”, argumenta Lucio Ricke.
De esta forma, hacer que se cumplan las regulaciones y certificar que las edificaciones cuenten con la normativa vigente, resulta de gran valor para evitar desastres de tal envergadura. La gran pregunta que muchos se hacen es: ¿Está Chile preparado para volver a vivir un terremoto 8.8? La respuesta de la gremial a cargo del trabajo ingenieril estructural en nuestro país es categórica.
“Desde el punto de vista normativo, inmediatamente después del terremoto se reaccionó modificando la normativa de diseño sísmico de edificios mediante decretos emitidos por el ministerio de Vivienda y Urbanismo, en base a las primeras conclusiones del comportamiento de las estructuras en el sismo y, posteriormente, con conclusiones más robustas disponibles se ha actualizado y/o se está actualizando las normas de cálculo sísmico de edificios y de estructuras industriales y de diseño de los distintos materiales que se utilizan en su construcción, ya sea hormigón, acero, madera, etc”, indican.
Asimismo, desde AICE advierten que “… se ha ido incorporando con mayor fuerza los conceptos de edificios y/o infraestructura resiliente, lo cual ha influido en los diseños directamente y también en la incorporación de dispositivos de aislación basal y/o de disipación de la energía que recibe la estructura, lo cual ha requerido actualizar la normativa vigente y las soluciones técnicas a utilizar”.
“Por otro lado, en base a la experiencia vivida el 27 F, donde varios edificios no sufrieron daños estructurales, pero sí muchos daños de sus componentes internos, como tabiques, cielos falsos, etc, se ha mejorado el diseño de estos componentes y sistemas no estructurales que contiene una estructura, para lo cual el año 2015 el INN publicó una norma y esperamos que pronto sea norma oficial de la república.
Luego, en base a lo ya expuesto Ricke sentencia: “yo creo que estamos mejor preparados para un gran terremoto, aunque no debemos olvidar que todavía tenemos mucho que aprender de estos fenómenos de la naturaleza, por lo que es necesario seguir estudiando y desarrollando nuevas tecnologías en base a las evidencias, que día a día, nos revelan los terremotos que se producen en distintas partes del mundo, para estar mejor preparado”.
En palabras de la empresa Tekno Inspect a cargo del trabajo de la inspección de este buen cumplimiento, su gerente general, Luis Moya, advierte que “En Chile aún quedan construcciones de larga data (adobe) o con estructuras antiguas que no poseen diseños o materiales contemporáneos de hormigón armado, donde las primeras poseen un riesgo importante ante potenciales sismos o terremotos”.
Pero “lo importante es que desde el 27F, las normativas que regulan el diseño estructural y construcciones han continuado evolucionando y mejorando”, señala Luis A. Moya. El experto explica que se han incorporado datos y estudios que han proporcionado los mismos eventos sísmicos y, estas actualizaciones junto con otras, permiten que las estructuras respondan mejor y no colapsen, inclusive si las terminaciones (reemplazables) sufren daños no afectan a las personas.
Finalmente, para Moya algo importante y que falta por mejorar en vísperas del aniversario del terremoto de hace 13 años, es que todas las construcciones en Chile estén sometidas a controles y servicios integrales de verificación y chequeos en sus diferentes etapas de ejecución, para reducir al mínimo la posibilidad de error o alteración en el diseño y/o ejecución, con el objetivo de evitar catástrofes como la ocurrida en nuestro país en el 2010.
Ya han pasado 14 años desde el 27F, evento en el que como gremio una vez más vimos nuestros diseños estructurales puestos a prueba, debido a una de las amenazas de la naturaleza preponderante en el diseño estructural en Chile, el sismo.
A 13 años del terremoto del 27F de 2010, donde nuestro país sufrió los estragos de la naturaleza y a casi un mes del sismo en Turquía, cabe revisar las posibles mejoras en la normativa y las condiciones actuales en caso de volver a enfrentarse a estos episodios.