La inestabilidad geopolítica, junto con el aumento de las regulacións y los costos de construcción seguirán siendo motivo de preocupación.
Por Leonardo Núñez
El mercado inmobiliario europeo se apronta a atravesar un año 2025 en el que se deberá lidiar con la inestabilidad política, una mayor regulación, el alza en los costos de la construcción y sociedades tensionadas por el incremento de los precios de la vivienda y los arriendos.
Esto último pondrá en aprietos a más de algún gobierno, sobre todo los de Reino Unido, España y Portugal, los cuales enfrentaron manifestaciones motivadas por esta situación en 2024.
En ese marco, de acuerdo a informes de entidades especializadas como la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) y PWC y Urban Land Institute (ULI), cobrarán importancia la combinación de políticas monetarias, para lidiar con la inflación y el endeudamiento; el uso de la tecnología y la demanda del desarrollo de proyectos con enfoque en la sostenibilidad.
José Manuel Fernández, subdirector general de UCI, señaló a Idealista que se espera una reactivación de los créditos hipotecarios por la caída de las tasas de interés que debería decretar el Banco Central Europeo (BCE). Estima que en 2025 se superará el umbral de las 400.000 hipotecas, marcando un crecimiento del 10% respecto al año anterior.
“Confiamos en que esta tendencia positiva se mantenga, aunque la falta de vivienda asequible seguirá siendo un desafío para colectivos vulnerables”, destacó.
La caída de las tasas también facilitará tanto la compra de vivienda como la construcción de nuevos proyectos, sobre todo por parte de inversores interesados en el modelo “build to rent”. Esto no impedirá un freno del alza de los precios de compra y arriendo, especialmente en áreas metropolitanas y costeras.
Por lo mismo, seguirán presentes las ayudas públicas para facilitar el acceso a la vivienda, especialmente para jóvenes y familias con menos recursos.
Respecto del papel que jugará la digitalización y la Inteligencia Artificial, la UCI señala que la tecnología continuará mejorando la gestión de propiedades y la experiencia del cliente, “aunque el papel humano seguirá siendo crucial en un sector donde la confianza es fundamental”.
Por último, los análisis no proyectan que la eliminación de las golden visa afectarán el mercado inmobiliario; en cambio, “se anticipa una diversificación del comprador internacional, con un aumento en inversores de Francia, países nórdicos, Estados Unidos y América Latina”.