En términos concretos cuando hablamos de mixtura de uso de suelo, “tiene que ver con que las comunas y barrios tengan oferta disponible de equipamiento de comercio, educación, salud, culto, cultura y áreas verdes en diferentes escalas”, que permitan complementar la vivienda con calidad de vida.
Por: Renato Herrera Lagos
El concepto “mixtura de uso de suelo” da cuenta de las posibilidades que tienen las personas, sector inmobiliario y barrios/comunas, de contar con una calidad de vida superlativa. Muchos hablan de la posibilidad de ocupar el suelo con diferentes usos que están definidos de acuerdo al plan regulador, el que puede ser comunal, intercomunal, metropolitano o seccional, y eso se traduce de una manera mucho más concreta a cada rol y a partir del certificado de informes previos que lo emite la Dirección de Obras Municipales.
Según Teodosio Cayo, gerente general de Arena y Cayo y presidente de la asociación de tasadores de Chile (Asatch), en la actualidad los planos reguladores de las comunas cuentan con una autorización para construir cierto tipo de bienes: “En el caso de Santiago Centro y en otros lugares, especialmente en el casco histórico de Santiago, está bien definido que es lo que es lo que se puede construir. Ahora bien, las facilidades que te dan las municipalidades para poder generar esa construcción es un punto importante a la hora de poder aplicar el suelo, densificar y darle un uso adecuado de acuerdo a la visión que se ha tenido el desarrollador urbano”.
Una opinión similar tiene Magdalena Vicuña, profesora asociada del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC, quién indica que “cuando hablamos de mixtura de uso de suelo, tiene que ver con que las comunas y barrios tengan oferta disponible de equipamiento de comercio, educación, salud, culto, cultura, áreas verdes en diferentes escalas que permitan complementar la vivienda”.
Para ambos expertos, una correcta utilización de la mixtura de suelo debe considerar la distintas variables de renovación, como por ejemplo, la urbana para que estos centros poblados puedan ser acogidos y recibidos por la población.
“Esto se cruza con las hechos de seguridad que pudieran estar afectando como lo vimos en el centro de Santiago y que se puede observar en el abandono de área comercial que existía en el centro y que tiene una lógica bien concreta”, señala Cayo.
En términos concretos cuando hablamos de mixtura de uso de suelo, “tiene que ver con que las comunas y barrios tengan oferta disponible de equipamiento de comercio, educación, salud, culto, cultura y áreas verdes en diferentes escalas”, que permitan complementar la vivienda con calidad de vida.