Estos edificios destacan por disponer de subsistemas que se comunican mediante una red, tales como la calefacción, la energía, el control de acceso y la seguridad. Además el ahorro que proporcionan estas construcciones puede llegar hasta un 20%.
Un edificio inteligente es una estructura que está equipada con materiales y tecnologías innovadoras, que permiten a todos sus sistemas están automatizados y controlarlos. Todo esto buscando poder optimizar su eficiencia, ser sostenible y consciente con el medio ambiente, y disponer de subsistemas que se comunican mediante una red, tales como la calefacción, la energía, el control de acceso y la seguridad.
Un ejemplo sería que el edificio controle la temperatura y la iluminación, a través de sensores que permiten optimizar el consumo de energía, todo esta información viaja a un software que va determinando el proceso del edificio.
Por otra parte, existen distintas tecnologías que se incorporan a los edificios inteligentes, donde la más común es la inteligencia artificial (IA). Esta herramienta está presente en distintas fases de la construcción, presentando ventajas como la gestión de materiales, tiempo de obra, mano de obra y financiación. Además utiliza sus capacidades predictivas que producen una reducción de costes, prevenir riesgos y mejorar la planificación de proyectos.
También está el Internet de las Cosas (LoT), que es un conglomerado de dispositivos inteligentes que utilizan sistemas integrados para recopilar, enviar y actuar con los datos recibidos.
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Otra tecnología presente en este tipo de edificios es la BIM, que significa por sus siglas, Modelado de Información de Construcción. Esta herramienta trata de procesar grandes cantidades de información y datos para poder buscar la mayor cantidad de eficiencia en cuanto a la planificación del proyecto, como el diseño y la construcción.
Sumado a todo lo mencionado, se encuentran las tecnologías de realidad aumentada (RA) y Realidad Virtual (RV), que permiten visualizar un proyecto antes de que esté terminado y los planes pueden ser programados mediante el 3D.
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En relación al funcionamiento de los edificios inteligentes, estos responden a un sensor que recolecta información respecto a la electricidad, seguridad, contadores de agua, calefacción, refrigeración y los sistemas de seguridad. Esto genera que los sensores se conecten entre sí, permitiendo a la administración del edificio controlar el entorno, todo esto es almacenado por un software.
Por otra parte, las proyecciones de construcción de edificios inteligentes va creciendo con el pasar de los años, se espera que para el 2026, existan más de 115 millones de edificios inteligentes de diferentes tipos a nivel global, según el estudio Edificios Inteligentes 2022-2026 de Juniper Research.