A un año de “La tragedia más grande que hemos vivido como país desde el terremoto del 27-F” y que cobró la vida de 136 personas, según dichos del propio Presidente Gabriel Boric. Hasta la fecha, ni las medidas de reparación ni de reconstrucción, han podido saldar la deuda del Gobierno con los afectados en los incendios que golpearon la Región de Valparaíso en febrero del 2024.

Esta deuda del Ejecutivo con las familias víctimas es un tema delicado y urgente, que ha detonado en críticas de varios sectores, incluso dentro del oficialista, por no haber indemnizado adecuadamente a las familias afectadas y por no haber generado un plan de reconstrucción de nuevas viviendas para restituir las pérdidas.

La tragedia de los incendios en la V Región no solo afectó a las familias que perdieron sus hogares, sino también a la comunidad en general. Por lo tanto, es fundamental que el Gobierno asuma su responsabilidad y repare, dado que las medidas de prevención no les devuelve la calidad de vida a quiénes perdieron todo.

Sabemos que en estos episodios, hay organizaciones como Techo-Chile, que ejercen la labor de hacer lo que debería ser capaz de ejecutar un Estado. Como en esta oportunidad, donde se levantó una campaña y reunieron un total de $6.234.622.441, entre el 16% que corresponden a donaciones en especie y un 83% en aportes monetarios, provenientes mayormente de la generosidad de particulares y sólo un 19,8% fue donado por compañías.

Entre los errores, hay que poner foco a la duplicidad de catastros realizada por el Ministerio de Vivienda y el Serviu, lo que ha complicado la entrega de las ayudas; igual de grave, es que únicamente se ha concretado el 11% de la entrega del papel subsidios, lo que no significa que las casas fueran construidas, y; el sistema que instalaron con “el bono de acogida”, que es más bien una especie de dulce para calmar el llanto, porque al recibir el subsidio el bono de acogida desaparece para el damnificado.

En resumen: ¿Dónde está el Estado?. Hasta hoy ninguna de las iniciativas indican que los damnificados lograran volver a tener una vivienda, por lo que es importante que el Gobierno asuma su responsabilidad y compromisos, y proporcioné el apoyo necesario a las familias afectadas.