En el país caribeño, por ejemplo, se cuentan por miles los inmuebles desocupados por la diáspora de personas que optaron por emigrar en busca de mejores condiciones de vida. Arrendarlos sería una forma de inyectar recursos al sector.
Por Leonardo Nuñez
Gabriel nació en Venezuela y hace 10 años que emigró a Chile. Vivía en San Cristóbal, capital del Estado Táchira, en la Región de los Andes al suroeste del país caribeño. Accedió a contar su historia a nuestro medio siempre que no utilizáramos su nombre real.
“Nunca sabes quién puede estar leyendo en Venezuela lo que dices en otro país”, se excusa.
Hoy, de 32 años, relata que fue el primero de su familia en llegar en emigrar a esta parte de la región. Pero la situación económica y social empeoró tanto, que finalmente todo el grupo familiar optó por dejar abandonada su casa de dos pisos, 5 habitaciones, dos baños y estacionamiento para dos autos, para aventurarse en Chile.
“La crisis económica deterioró todo. Y la posibilidad de que una banda te extorsionara era tan alta en el barrio, que las casas ya no valían nada. No puedes vender o arrendar una propiedad en un lugar donde nadie quiere vivir”, recuerda.
Como millones de sus compatriotas esparcidos por Latinoamérica, Gabriel también estará atento a las elecciones de este domingo. Dependiendo del resultado, analizaría volver y recuperar la casa familiar y las otras propiedades que sus parientes dejaron abandonadas. “Implica mucha pega volver y recuperarlas. Pero es un tema que estamos analizando”, sostiene. Una propiedad como la suya, en Chile valdría cerca de 200 millones de pesos.
La recuperación de las propiedades abandonadas es una de las tantas caras de la eterna crisis venezolana. Un estudio realizado en 2022 por la agencia Provea, estimó que el 89,7% de los venezolanos que abandonó sus propiedades lo hizo por la situación económica.
El sector inmobiliario no es ajeno a los vaivenes de la situación política de los país. Su efectos son a nivel micro, como en el caso de Gabriel, y a nivel macro, donde las afectadas son las grandes inversiones ya sea para renta residencial o comercial. Por lo mismo, lo que ocurra este domingo con el proceso eleccionario es seguido atentamente por el mercado inmobiliario local como internacional.
Recientemente, el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Roberto Orta Martínez, informó al portal Finanzadigital.com una importante caída en las operaciones durante los meses de abril, mayo y junio de este año. Sin embargo, agregó que desde el gremio que dirige, esperan que después de la elección presidencial, programada para el 28 de julio, se normalice el mercado. Para ello, insistió en que se debe generar un cambio legal sobre las políticas de arrendamiento para crear soluciones tanto para el propietario como para el arrendatario.
“Hay un potencial grande porque hay miles de inmuebles desocupados por la diáspora (…) queremos que las parejas jóvenes y los que quieran independizarse tengan la opción accesible y un mercado residual”, dijo.
En otra entrevista, Orta Martínez dijo que el año pasado observaron un repunte de precios y de operaciones en algunas ciudades del país, “pero en otras ha habido disminuciones”.
Aseguró que el impacto de las fallas en el servicio eléctrico, junto con la escasez de combustible, ha generado este crecimiento o decrecimiento en las ciudades.
Otros análisis, como el de Xinergia Inmobiliaria, indica que “en la ciudad de Caracas se presenta un importante inventario de inmuebles, bien sea en venta o en alquiler, cuya absorción será en muy largo plazo, ya que la demanda efectiva se ha contraído de manera significativa, como consecuencia de una crisis económica mal gestionada por los gobiernos recientes, provocando distorsiones en varios ámbitos: hiperinflación, devaluación, reducción del crédito (hipotecario y empresarial), deficiencia en los servicios públicos, entre otros; los cuales han empobrecido de forma reveladora nuestra nación”.
Por otra parte, en referencia a la economía nacional, a partir del 2014 tuvo un desempeño recesivo, pero desde el 2022 se inició un crecimiento moderado, el cual se repitió en el 2023 y, según los especialistas, seguirá comportándose así en el 2024.
¿Qué pasará con el mercado inmobiliario en el 2024? Martín Fernández, urbanista, tasador y vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria Metropolitana, sostiene que cuando se presenta un evento electoral, surge una gran incertidumbre en el mercado, sobre todo en situaciones de alta polaridad política.
“Los que se desesperan pensando que habrá una continuidad de la ideología actual, pueden cometer el error de querer liquidar su propiedad pensando que habrá una repercusión recesiva en los precios, y los que piensen en un cambio político decidirán en suspender la venta a la espera de la permuta esperada, lo cual también es una decisión equivocada. Lo importante es entender que, independientemente de lo político, el mercado inmobiliario busca regularse y que la tendencia es que presentará un leve crecimiento interanual. Ahora bien, dependiendo de las políticas económicas que implementarían los futuros gobiernos de turno, ese crecimiento será más rápido o más lento, pero es necesario sincerarse en que no llegaremos al mismo nivel de los mejores tiempos vividos”, concluye.