Empresas Socovesa elaboró este estudio que muestra la realidad actual del trabajo a distancia, sus fricciones en el habitar diario de las personas y los desafíos que se abren para las inmobiliarias.
Seis de cada 10 personas continúan en modalidad de teletrabajo y un 94% de ellos lo hacen desde su hogar, lo que ratifica que tras la pandemia, esta forma de trabajar quedó instalada. Así da cuenta el Estudio Teletrabajo y Habitar, por lo mismo se abre la interrogante:¿ es entonces un tema resuelto?
El estudio desarrollado por Empresas Socovesa y realizado a alrededor de 400 cotizantes de departamentos de Santiago y regiones, confirma que un 75% de las personas estima que el teletrabajo es el principal cambio en el estilo de vida que dejó la pandemia.
Respecto a la necesidades que trajo esto, una de las más relevantes es la mayor privacidad, así cómo la sensibilidad al ruido o el calor, también se transformaron en temas fundamentales.
María Francisca León, gerente de Research de Empresas Socovesa, explicó que “no es solamente resolver un espacio donde quepa un escritorio con computador y buena conexión. A las inmobiliarias nos desafían a pensar en elementos que impliquen un mayor confort tanto en departamentos como en los espacios comunes que destinamos para el teletrabajo”.
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En cuanto a los lugares donde se realiza el teletrabajo, el 36% se instala en el comedor, 35% dispone de un dormitorio exclusivo habilitado como escritorio, 21% emplea el dormitorio principal y living, y en menor medida, se encuentran la terraza y la cocina con un 5% y 3% respectivamente. Quienes cotizan propiedades más caras tienden a usar un dormitorio exclusivo para teletrabajar, aumentando así su nivel de comodidad.
La investigadora puntualizó que “en general, las personas manejan actualmente dos opciones: la primera es acondicionar un espacio exclusivo para el teletrabajo como un dormitorio secundario, que se pueda transformar en una mini oficina; y la segunda, adaptar temporalmente un lugar que no es exclusivo para esta tarea, y cambiar de espacio según su necesidad, pudiendo un día trabajar en el living, después en un rincón del dormitorio o la cocina”.
En relación a las soluciones desde el mercado inmobiliario, se están planteando tanto a nivel de diseño en departamentos como en espacios comunes. Álvaro Labbé, Gerente Segmento Inmobiliario de Inmobiliaria Almagro, señaló que “lo que la gente hoy busca en un departamento es que tenga la capacidad de ser flexible en sus usos, es decir, que este pueda adaptarse a nuevas y distintas rutinas, donde los espacios sean menos rígidos y no tengan un uso exclusivo, siendo capaces de moldearse según las necesidades que vayan teniendo las familias durante el día”.
A esto, se suman soluciones más prácticas como más enchufes y conexiones USB en el dormitorio secundario y/o la sala de estar, que hoy son usados como zonas de trabajo. Esto ayuda a resolver dolores cotidianos del teletrabajo evitando el uso excesivo de alargadores y enchufes múltiples.
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Desde Inmobiliaria Pilares, Carlos Leyton, Gerente Inmobiliario, especificó que “los recintos han perdido su categoría y definición, estando netamente al servicio de lo que se necesite. Desde esa arista, en Inmobiliaria Pilares nos hemos planteado desafiar los m2 en nuestros departamentos, presentando soluciones como el interiorismo móvil, donde el diseño puede modificar la funcionalidad de los espacios del hogar para ofrecer diferentes alternativas de uso en zonas como la cocina, el living y el dormitorio”.
Por último, entre los espacios comunes que surgieron a raíz del teletrabajo están los sectores cowork, que gozan de alta valoración pero no son necesariamente la opción favorita para teletrabajar, ya que se sigue prefiriendo la privacidad que entrega el departamento. En la encuesta los cotizantes respondieron sobre si es importante que los edificios nuevos tengan cowork o espacio común para el teletrabajo y un 75% está de acuerdo o muy de acuerdo, pero prefieren las áreas de esparcimiento.
Empresas Socovesa elaboró este estudio que muestra la realidad actual del trabajo a distancia, sus fricciones en el habitar diario de las personas y los desafíos que se abren para las inmobiliarias.
