La trastienda señala que el cambio del arquitecto radicó en los cuestionamientos por el déficit en presupuestos, recorte en la cartera de concesiones. Su reemplazo proviene de la banca que ha tenido manifestaciones positivas respecto a créditos hipotecarios.
Por: Renato Herrera Lagos
El reciente cambio de Gabinete, que se pensaba para la mañana de este día trajo varias sorpresas para el Gobierno de Gabriel Boric. Uno de ellos, la cartera de Obras Públicas donde el mandatario sacó al único político liberal, Juan Carlos García, arquitecto viñamarino quien fue cuestionado por su poca visibilidad y manejo de los presupuestos en la cartera.
Según publicaciones de prensa, las razones para la salida de García estuvieron marcada por el manejo del profesional respecto a las inversiones en 2022 por US$ 3.260 millones, de los cuales US$ 3.157 millones fueron inversión efectiva y US$103 millones se gastaron en pagos por el reajuste polinómico que benefició a las empresas constructoras.
Estas cifras representan un derrumbe del 3% respecto a 2021 en la inversión efectiva, tomando en cuenta que varias de las obras comenzaron a ejecutarse durante 2021.
Asimismo, durante la gestión de exministro García no se publicaron licitaciones de concesiones y apunta que en septiembre el ministerio recortó la cartera de concesiones, eliminando proyectos como el Hospital Metropolitano Norte, la Costanera Central y las Rutas del Villarrica.
El exministro también fue cuestionado por el proyecto del Tren Santiago-Valparaíso, que no concitó muchos apoyos debido a los costos, los plazos y al hecho de que no llega a Valparaíso.
Juan Carlos García Pérez de Arce (52 años), arquitecto de la Universidad Católica de Valparaíso y tiene un magíster en Gestión Urbana de la École Nationale des Ponts et Chaussées de París. Antes de asumir como ministro se desempeñaba como director ejecutivo del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso.
Militante del Partido Liberal, fue candidato a gobernador regional por la Región de Valparaíso, de la que es originario, pero no salió electo.
Fue asesor de la Corfo y trabajó como director regional de Arquitectura del MOP en Valparaíso. También ejerció como director de la Empresa Portuaria y como seremi del Ministerio de Vivienda. Tuvo un rol clave en la elaboración del expediente que fue la base para la declaratoria de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad y empujó el Plan de Revitalización del Barrio Histórico de Valparaíso.
Su reemplazante, Jessica López, militante del PS había sido designada como presidenta de BancoEstado por el propio Boric, dando señales de un Gobierno femenino, pues se hacía presente como la primera mujer en desempeñar ese cargo.
En su rol como presidenta de la entidad pública, López se la jugó por una profunda apuesta por créditos hipotecarios, en una medida que fue catalogada como “contracíclica” ante la desaceleración del sector de la construcción y el desarrollo inmobiliario.
En una campaña llamada el “hipotecazo”, bajo su mando, el BancoEstado se abrió a reducir parte de sus utilidades en pos de aprobar créditos para acceder a la casa propia. “Ese es el rol que creo debe cumplir un banco del Estado”, señala la actual ministra de Obras públicas.
