El campo chileno ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas, impulsada por avances tecnológicos, mejoras en la infraestructura y una creciente profesionalización de la actividad agrícola. En este contexto de evolución y cambio, las tasaciones agrícolas han emergido como una herramienta fundamental para valorar adecuadamente los activos rurales y facilitar el desarrollo sostenible del sector.