Crece el rechazo por su ubicación entre residentes y urbanistas, no hay claridad respecto del tiempo en que tardará en entrar en operaciones. Y alcaldes anticiparon que no entregarán el permiso para las obras.
Por Leonardo Nuñez
Una mayoría de expertos y ciudadanos concuerdan en que es necesaria una cárcel de máxima seguridad ante el aumento de la presencia de bandas del crimen organizado en el país. Sin embargo, nadie la quiere en su barrio y aún quedan muchas interrogantes por resolverse. Lo que parecía el anuncio de un proyecto con máxima premura, hoy enfrenta cada vez más una creciente y transversal oposición.
Esa es la principal conclusión a dos semanas del anuncio del Gobierno, el cual –tras un fin de semana con 18 asesinatos (17 de ellos en la Región Metropolitana)–, informó que daría impulso al proyecto y que el nuevo penal estaría ubicado en calle Pedro Montt, como una “ampliación” del recinto penitenciario Santiago Uno.
Según la encuesta Cadem, la gente solo está de acuerdo en que se construya la obra carcelaria, pero no con el lugar elegido. Un 68% opina que la medida es “bastante o muy importante” para el combate contra el crimen organizado y 88% no quiere tenerla cerca, indicando que “la cárcel debiera estar alejada de los grandes centros urbanos”.
Este lunes, en tanto, los alcaldes de Santiago y Pedro Aguirre Cerda, junto a vecinos de ambas comunas, llegaron hasta el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para presentaron 3.293 firmas de habitantes con las que solicitaron reubicar el penal.
El alcalde de Pedro Aguirre Cerda, Luis Astudillo, dijo que, junto con su par Irací Hassler, “se juntan dos comunas para decir fuertemente que no queremos más cárceles en Santiago”.
“Entendemos la necesidad de avanzar hacia la construcción de un recinto de alta seguridad, pero consideramos que este nuevo recinto no puede afectar la calidad de vida de dos comunas tan importantes como son Santiago y Pedro Aguirre Cerda”, agregó.
En el Congreso, en tanto, diputados de todos los sectores políticos que representan las comunas de los Distrito N°10 y N°28 (entre ellas Santiago y Pedro Aguirre Cerda) acordaron unir fuerzas para frenar la llegada del recinto al centro de la capital.
Entre los urbanistas tampoco hay consenso. “El país requiere construir cinco cárceles. En el caso de una de alta seguridad, de diseño modular, ubicada en una zona aislada, se puede demorar 14 meses (en levantarse). ¿Qué pasa con los permisos? Muy simple, el Presidente declara estado de catástrofe en la zona, por el riesgo, y todos los permisos se entregan en fast track. No se hace evaluación ambiental, nos hace estudios de arqueología y se entrega el terreno y se construye la cárcel. Pero se está eligiendo el peor lugar posible, un lugar hacinado, en que ya hay conductas criminales y un barrio contaminado por los penales actuales. Es el peor lugar para ponerla, y yo espero que se recapacite. Tenemos terrenos en el norte, en islas, donde se garantiza el aislamiento. Estos delincuentes tienen que estar aislados, completamente del entorno”, indicó el arquitecto Iván Poduje.
Por su parte, Luis Eduardo Bresciani, director de la Escuela de Arquitectura UC, sostuvo a El Mercurio que “ningún recinto de alta seguridad, como una cárcel, debiera estar localizada en una zona central y altamente poblada, lo recomendable siempre es buscar lugares más bien periféricos”.
También falta certeza con los tiempos. Para acelerar el proceso de su construcción, el Ejecutivo indicó que las obras se ejecutarán bajo la ley 21.636, que permite que el Ministerio de Justicia pueda proponer a su par de Vivienda modificar los planes reguladores. Esto, invocando que es necesario para la “seguridad nacional, de la seguridad pública interior y, especialmente, para la efectiva protección de la sociedad contra el delito”.
Pero según las estimaciones del gobernador regional, Claudio Orrego, el recinto penitenciario no estaría en funcionamiento antes de 2028.
Los candidatos a alcaldes de la comuna de Santiago también se pronunciaron, asegurando que en caso de resultar electos, se opondrán a su construcción. Aunque uno de ellos, Mario Desbordes, que también ocupó el cargo de Ministro de Defensa, fue un poco más allá con sus críticas. “Espero que este tema de la cárcel y este anuncio no sea un tongo para intentar ayudar a su alcaldesa”, dijo.