Si la tasa de interés aumenta, pedir dinero se torna más caro y más redituable invertirlo, por lo cual, la liquidez disminuye y la inflación se mantiene. Así es como afecta la tasa de interés en los créditos que pedimos a los bancos y, con esto, se entiende también, las razones por las cuáles los créditos se han vuelto inaccesibles.
Por lo mismo un proyecto de Hacienda hace un tiempo, ha buscado que los créditos tengan tasas más bajas, con el fin de lograr mermar el sobreendeudamiento de la clase media, sector socioeconómico que antes de la pandemia era el que movía, mayormente, la aguja del sector inmobiliario.
De cara a esta compleja situación que hemos arrastrado a nivel país y que no ha logrado repuntar hasta la fecha, derrumbando todos los pronósticos y esfuerzos realizados por el Gobierno y del sector, es que para revitalizar el mercado el ministro de Hacienda, Mario Marcel, presentó hace poco más de un mes un proyecto que pone énfasis en otorgar un nuevo subsidio para la compra de viviendas.
Esta medida pretende lograr liberar al menos 30 mil unidades del sobrestock actual, enfocado principalmente, en viviendas destinadas al segmento de clase media. Sin embargo, ad portas de finalizar 2023 ¿serán suficiente las acciones para llegar a una solución concreta y real del problema?.
En marzo del presente año, en otra editorial, establecimos que el mercado inmobiliario es “el termómetro de una economía saludable” y levantábamos la alerta sobre las altas expectativas puestas en la estrategia ministerial ante el PEH para el desarrollo inmobiliario en zonas vulnerables, proponiendo revisar la dirección para poder atender a este “enfermo”.
Empero, a 10 meses de este análisis, la sensación sigue siendo la falta de consistencia ante las políticas públicas para volver a impulsar un mercado que antes lograba influir positivamente en la economía local.
Seguiremos reconociendo los esfuerzos, pero ¿hasta cuando sólo quedarán en sólo esfuerzos? Por ejemplo, ante el proyecto de ley que otorgará un nuevo subsidio para la compra de viviendas para la clase media, a pesar de ser un estímulo económico atractivo, las barreras financieras y crediticias de este grupo seguirán obstaculizando la adquisición.
Esto es por la dificultad actual para calificar para un crédito hipotecario en un banco, nadie compra una propiedades al contado, por lo que quizás, el foco debería estar en el pie ¿no?.
Quizás nuevamente estamos tratando de tapar el sol con un dedo y al menos para este 2023, ya no se logró recuperar el desarrollo inmobiliario, prueba de ello, es el alto sobrestock de entrega inmediata que no sabemos cuánto más estará en la Unidad de Paciente Crítico.
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