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18 febrero, 2024 /

El renting inmobiliario: Ventajas y desventajas de esta nueva forma de inversión

Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios COHLERS + Partners

Quizás como otras de las formas y nuevos mecanismos para paliar el exceso de inmuebles nuevos no vendidos que afecta al mercado, y como una alternativa a la banca, surge el renting inmobiliario.

En simple, es una modalidad de arrendamiento que se aplica principalmente a propiedades inmobiliarias, como oficinas, locales comerciales o viviendas. Implica entonces un arrendamiento a largo plazo, de varios años, en el que el arrendatario utiliza la propiedad sin hacerse el sueño de ella. 

A menudo, el contrato de renting incluye servicios como mantenimiento, seguro y gestión del inmueble, lo que facilita al arrendatario centrarse en sus operaciones sin preocuparse por la gestión de la propiedad.

Dentro de las principales características de esta modalidad de uso de inmuebles, es que el arrendatario paga una cuota periódica acordada con el arrendador y esta cuota suele incluir tanto el uso de la propiedad como los servicios asociados.

El renting ofrece también flexibilidad, ya que el arrendatario no está atado a la propiedad a largo plazo, y, al finalizar el contrato, puede renovarse, rescindirse o cambiar a una propiedad diferente; y, el arrendatario suele tener una responsabilidad limitada en cuanto al mantenimiento y gestión de la propiedad, ya que estas responsabilidades suelen recaer en el arrendador.

Así pues, dentro de sus ventajas, podemos ver que, en comparación con la compra de un inmueble, el renting inmobiliario implica una menor inversión inicial, pues no significa la adquisición de la propiedad. Asimismo, permite una mayor flexibilidad financiera ya que no es necesario comprometer grandes sumas de capital en la compra del bien; y, la gestión de la propiedad, incluyendo el mantenimiento y los servicios, suele ser responsabilidad del arrendador, lo que permite al arrendatario concentrarse en sus operaciones comerciales.

Sin embargo, no todo es color de rosa… pues, aunque los pagos periódicos pueden ser menores que los costos de compra y mantenimiento de un inmueble, a largo plazo, los pagos del arrendamiento pueden llegar a superar el costo total del bien si es que se hubiese comprado.

Por otro lado, y, al contrario de la adquisición de un inmueble, el renting no da la oportunidad de capitalizar sobre la apreciación del valor del inmueble. Además, los contratos de renting pueden contener restricciones en cuanto a modificaciones estructurales, personalización del espacio y otros aspectos, limitando así la libertad del arrendatario.

En resumen, el renting inmobiliario puede ser una opción atractiva de negocio para aquellos que buscan flexibilidad y una inversión inicial más baja para poder usar un inmueble, pero es fundamental evaluar cuidadosamente las ventajas y desventajas específicas de cada situación antes de tomar una decisión, pudiendo ser, incluso más atractiva, la posibilidad de un leasing inmobiliario.

El llamado, en suma, es a informarse bien y ver las conveniencias de una u otra opción, para la situación concreta y realidad comercial de cada persona o empresa.

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