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11 julio, 2024 /

El desafío de la Ley REP para la industria de la construcción

Por: Nesko Kuzmicic, Gerente de Operaciones y Economía Circular de ProREP.

La implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP) ha marcado un hito en la gestión de residuos en Chile. Sin embargo, su impacto en la industria de la construcción plantea tanto desafíos como oportunidades que no podemos ignorar.

Este es uno de los sectores más intensivos en la generación de residuos. Cada obra, desde su planificación hasta su culminación, produce una cantidad significativa, incluidos Envases y Embalajes que, desafortunadamente, muchas veces no se segregan adecuadamente. Esta falta de separación no solo dificulta el reciclaje, sino que también nos aleja de los objetivos de la economía circular que la Ley REP busca promover.

Según el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), la industria de la construcción es responsable de aproximadamente el 34% de los residuos sólidos generados en el país, pero sólo el 5% de éstos es reciclado. Esta estadística revela un gran potencial para mejorar las prácticas de gestión en este sector.

En mi experiencia en ProREP, he observado que muchas empresas aún no comprenden completamente su rol bajo esta normativa. En este caso, la Ley REP no solo afecta a los Productores (proveedores) de materiales e insumos de la construcción, sino también a los Consumidores Industriales, que abarcan todos aquellos establecimientos donde se generen residuos de productos prioritarios, incluidos los generados en obras de construcción.

En esta línea, las constructoras e inmobiliarias tienen la obligación de valorizar los residuos de Envases y Embalajes generados, e informarlo a la autoridad. No hacerlo implica sanciones millonarias y una oportunidad perdida para contribuir a la sostenibilidad.

En términos generales, la realidad de la gestión y valorización de residuos muestra disparidades significativas. En las principales ciudades de Chile, sobre todo en las del centro del país, las industrias están más acostumbradas a gestionar sus residuos para buscar su reciclaje, pero a medida que nos alejamos de estos centros urbanos disminuyen las alternativas de gestión y valorización, y los costos logísticos asociados se vuelven difíciles barreras.

En la construcción, la situación es un tanto más compleja. Históricamente, los residuos generados en obras se acumulan en un contenedor, sin distinción de tipos o materialidad, para terminar, en el mejor de los casos, como relleno en pozos lastreros, y en el peor, engrosando los muchos microbasurales que aún existen. Lo anterior claramente representa un desafío doblemente importante que subsanar.

Otro aspecto crítico es la necesidad de cambiar la mentalidad respecto a los residuos en las obras de construcción. La segregación adecuada y la valorización de los residuos de Envases y Embalajes, no solo es una obligación legal, sino una oportunidad para reducir costos a largo plazo, incorporando materiales reciclados como insumos, mejorando de paso la imagen corporativa en un mercado cada vez más consciente de la sostenibilidad.

Iniciativas como el proyecto circular “Pilotos de segregación en origen”, que implementará ProREP con sus empresas socias, buscan precisamente apoyar a las constructoras en este proceso.

Pero el desafío de mejorar la segregación es el primero de muchos. En el mundo, aproximadamente el 20% del material reciclado, especialmente plásticos y metales proveniente de residuos de Envases y Embalajes, son demandados como materia prima por el sector construcción. En Chile, si bien estamos lejos de esas cifras, vemos que hay cada vez un mayor consenso para avanzar en este sentido.

En ProREP creemos que la colaboración y sinergias que se pueden producir entre distintas iniciativas orientadas a la sustentabilidad del sector son claves para poder desarrollar y promover una gestión circular de los residuos.

Los esfuerzos que pueda hacer un Sistema de Gestión como ProREP no deben verse como una acción aislada, ya que va en línea con importantes iniciativas que apuntan a alcanzar mayores grados de sustentabilidad en el sector, entre las que destacan el Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción y el Construye 2025.

La industria de la construcción enfrenta un desafío significativo bajo la Ley REP, pero también tiene una oportunidad única de liderar el camino hacia una economía más sostenible y circular. Es hora de que este sector asuma su papel proactivo, invirtiendo en prácticas de gestión de residuos eficientes y se convierta en un verdadero agente de cambio.

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