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25 junio, 2024 /

Sustentabilidad y bienestar en edificios educacionales

Por: Arq. Gonzalo Mut – Gerente Comercial Pasiva Mgtr. Diseño y Construcción Sustentable LEED Green Associate – Edge Expert; Evaluador Energético Minvu;  Asesor CES – CVS.

Las edificaciones y el entorno construido juegan un papel mucho más importante en nosotros del que somos conscientes, sólo que al estar tan acostumbrados a habitarlos, no nos damos cuenta de su relevancia. Desde el impacto en la temperatura ambiente en las ciudades hasta como vivimos en las viviendas que escogemos, la construcción es determinante en nuestra calidad de vida.

La sustentabilidad en construcción, hasta hace no mucho, era considerado prácticamente un sinónimo de eficiencia energética. En cambio en la actualidad, el concepto abre muchas más aristas, entre las cuales, la salud de los ocupantes de las edificaciones juega un papel protagónico, en establecimientos diseñados para usuarios particularmente sensibles al ambiente en que se encuentran, como niños o adultos mayores.

En el caso de los edificios educacionales, según un estudio de la Schools for Health: Foundations for Student Success, los alumnos pueden pasar unas 15.000 horas hasta finalizar su enseñanza media. Esto significa que permanecerán en sus edificios educacionales más que en cualquier otro aparte de su vivienda. Estos primeros años son claves en el desarrollo social, cognitivo y emocional de un niño, por lo que exponerlo a un espacio interior deficiente puede tener consecuencias negativas permanentes.

Es nuestra responsabilidad como arquitectos crear edificios con espacios interiores saludables y acorde a sus ocupantes, que tendrán un impacto positivo en su desarrollo. Los espacios saludables se asocian a la alta productividad, baja de ausentismo y un mayor grado de satisfacción general. Si pensamos en estos beneficios, vemos que son aplicables para cualquier tipo de edificio, sin embargo, pocos tienen la relevancia en el desarrollo de una persona que los educacionales.

¿Cuáles son las complicaciones en salud que se podrían desprender de un ambiente poco saludable?: La exposición a componentes orgánicos volátiles, agentes nocivos que se desprenden de los materiales de terminaciones como pintura, barnices, pegamentos, etc., están asociados a síntomas respiratorios y hasta cáncer.

Igualmente afecta una mala ventilación, la que puede llevar a elevadas concentraciones de CO2 y producir mareos, dolores de cabeza, aletargamiento y hasta podría desencadenar cuadros de asma, y; una mala iluminación (tanto natural como artificial), ya que obliga a forzar la vista produciendo cansancio ocular y dolores de cabeza.

Mejorar la calidad del ambiente interior contribuye a un mejor medioambiente general para los estudiantes, mejora el desempeño de profesores y personal de educación y otorga una sensación general de bienestar y salud. Todos estos factores contribuyen al cumplir con el objetivo principal de estos establecimientos, educar.

Todo lo anterior es replicable a casi cualquier edificación, por lo que las certificaciones son una excelente herramienta para abordar desde una metodología confiable y técnicamente precisa, todas las estrategias que harán de nuestros edificios lugares saludables y que no representen un riesgo para nuestro bienestar.

Hoy en día contamos con numerosas certificaciones, nacionales e internacionales, que abordan los más variados criterios de la sustentabilidad aplicada a los proyectos de arquitectura, desde el ahorro de agua y energía, hasta el bienestar y la salud. En el ámbito internacional encontramos la ya conocida LEED™ o WELL, la cual se centra exclusivamente en el bienestar y salud de los usuarios.

A nivel local destacamos la Certificación de Edificio Sustentable, la cual es aplicable a todo edificio de uso público y aborda los más fundamentales aspectos de la sustentabilidad, con especial foco en la Calidad del Ambiente Interior.

En definitiva, el diseño centrado en la salud en los edificios educacionales es una inversión que rinde frutos tanto a corto como a largo plazo. Al mejorar la calidad del aire, optimizar la iluminación, controlar el ruido, ofrecer mobiliario ergonómico y conectar a los ocupantes con la naturaleza, se crean ambientes que promueven la salud física y mental, así como el rendimiento académico.

En un mundo donde la salud y el bienestar son cada vez más valorados, los edificios educacionales diseñados con estos principios no solo preparan mejor a los estudiantes para el éxito académico, sino que también, les enseñan a valorar y cuidar su salud y su entorno.

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