
Por: Mario Anfruns Bustos, arquitecto.
En la reciente propuesta de ley sobre subdivisión predial, se aprecia un avance significativo, particularmente en la inclusión de nuevos conjuntos habitacionales rurales. Sin embargo, es crucial destacar que esta propuesta no incorpora instrumentos de planificación que determinen de manera efectiva el uso del suelo rural, una omisión que deja sin abordar uno de los aspectos más fundamentales para un desarrollo ordenado y sostenible.
Es importante señalar que el 80% de los problemas relacionados con las parcelaciones podrían resolverse con la aprobación de los planos reguladores, los cuales han estado diseñados y pendientes de aprobación desde hace más de dos décadas.
La implementación de estos planes permitiría un desarrollo más coherente y planificado de nuestras zonas rurales, además de contribuir a la reducción de los valores de las propiedades para nuevas áreas comerciales. Este ajuste incentivaría la inversión en proyectos y actividades económicas, promoviendo un crecimiento urbano ordenado.
Lamentablemente, la nueva propuesta de ley para la subdivisión predial rural sigue sin abordar lo más importante: el uso del suelo. Proteger las áreas productivas y de conservación es vital para asegurar un equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad, por lo que este objetivo solo puede lograrse mediante la implementación de adecuados instrumentos de planificación.
En definitiva, hago un llamado a las autoridades para reflexionar sobre si la solución a la problemática de las parcelaciones radica en la modificación de una ley que tiene otra finalidad, o en la urgente necesidad de aprobar los planos reguladores que garantizarían una mejor calidad de vida para los habitantes y al mismo tiempo la descentralización de nuestro país.
Estoy convencido de que la combinación de estas medidas traerá beneficios significativos para nuestra sociedad, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos y asegurando un desarrollo rural sostenible.