Por: Patricio Herman, presidente Fundación Defendamos la Ciudad
Recientemente, la funcionaria que ejerce el cargo de Seremi Minvu de la V Región, resolvió que este hotel de 10 pisos construido debe ser demolido conforme a un fallo de la Corte Suprema.
La autoridad regional ha declarado que esa tarea la ejecutará el Serviu de la localidad, dado que se adoptó la decisión rigiéndose por las atribuciones que entrega el artículo 157° de la Ley General de Urbanismo y Construcciones (LGUC), por lo que los dueños del edificio tienen tan sólo 10 días para impugnar lo establecido.
Ahora corresponde que el proceso de demolición se someta al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y los dirigentes gremiales de la construcción pusieron el grito en el cielo, alegando que en Chile no existe “certeza jurídica”, por lo tanto, los fallos de los Tribunales de Justicia son arbitrarios.
Pues bien, pasando por alto ese exabrupto, tenemos el deber de señalar que el artículo 148° de la misma ley le entrega atribuciones al alcalde de Concón para que proceda en los mismos términos, pero con una pequeña diferencia: quién asume los millonarios costos de la demolición es el privado que invirtió una suma del orden de los US$ 75 millones para construirlo.
Recordemos que el edificio se ejecutó en la zona Litoral Marítimo, acogiéndose a la Ley Lorca, amparado en el permiso de edificación N° 007 del 10 de enero de 2011, en cuyo formulario el Director de Obras Municipales (DOM), posteriormente destituido, consintió con su firma que la estructura tendrá 4 pisos (sic), con el pueril e impropio argumento de que los 6 pisos restantes estarían bajo el suelo natural del terreno localizado en la avenida Borgoño 18.115.
Según disposición vinculante de la circular N° 138° del 19/11/2004 del Ministerio de Transporte: “todo proyecto inmobiliario aledaño a la Red Vial Básica”, el titular del hotel debería tener la obligación de contar con un Estudio de Impacto sobre el Transporte Urbano (EISTU) previo a la aprobación del permiso de edificación, lo que no ocurrió. Este negocio se regía por el Plan Regulador Comunal (PRC) de Viña del Mar del año 1980, puesto que en aquella fecha, no existía en Concón un PRC.
Dado lo anterior, me pregunto ¿por qué el alcalde de Concón no adoptó la decisión que ahora toma la Seremi Minvu de la V Región? Es una interrogante lógica si se sabe que cuando se tenga que demoler el edificio, los ingentes gastos saldrían de la caja fiscal, aunque en rigor, correrían por cuenta de los contribuyentes que pagan impuestos.
(continuará…)
Existen formas de demolición controlada sin la necesidad de explosivos, cualquier ingeniero lo sabe , se hace de forma gradual, puede ser incluso cemento expansivo u otras técnicas existentes,, es decir si se puede demoler y no afectar al Eco sistema.
Y cual es ka donación que.propone ???
Demoler el edificio, malamente construido, será la mejor lección para otros inescrupulosos que pretendan emular esta vulgar aventura.
Cuál es el problema que causaría un hotel ubicado en una rompiente, por el contrario sería un atractivo turístico q daria vuelta al mundo, esto es un asalto a la creatividad empresarial y a la poca visión de autoridades ineptas q lo único q logran empobrecer más al país, aquí claramente hay un sesgo político enfermiso y caprichosos, cuidan santuarios de la naturaleza q solo sirven de basureros y cagaderos humanos
se debe encontrar un destino, que sirva a la comunidad demolerlo es una aberración más grande todavia
Museo a la estupidez y falta de criterio ,Ética y exceso de ambición de empresarios inescropulosos con nombres y apellidos de ellos y de los corruptos que dieron permisos fraudulentos aquí y en las Dunas de Cochoa !!!Debe ser Grande para que sirva de lección !
Prefiero que sea un museo marino..antes de incurrir en un gasto y daño aún mayor al medio ambiente con los residuos que genere la demolición.
Lo dejen como museo, un lugar turístico