Por Cristián Martínez, fundador de Crece Inmobiliario, Ingeniero Comercial, Magister en Administración de Empresas de IEDE y Master de Administración de Empresas en la Universidad de LLeida.
El panorama de la inversión inmobiliaria en Estados Unidos está experimentando una transformación importante, especialmente con el llamado “Cinturón del Sol” o “Sunbelt”. Esta franja, que abarca estados como Florida, Texas, Arizona y tanto Carolina del Norte como Carolina del Sur, se ha convertido en un imán para quienes buscan diversificar sus portafolios y capitalizar las ventajas únicas que ofrece esta zona.
La atracción del Cinturón del Sol no es nueva, pero su popularidad ha aumentado durante los últimos años. Dos ejemplos de esto son los estados de Florida y Texas, donde la plusvalía de las propiedades ha registrado un impresionante aumento del 130%, en promedio, con muchas duplicando su valor original, lo que ha captado la atención de inversionistas extranjeros, además de los locales.
Y es que son varios los factores que se alinean para hacer de esta región un destino de inversión privilegiado. En primer lugar, la abundancia de terreno disponible contrasta marcadamente con las áreas metropolitanas densamente pobladas de los estados de la zona norte, ofreciendo a los inversionistas la posibilidad de adquirir propiedades más espaciosas y a precios competitivos.
El clima también juega un papel protagónico, atrayendo no solo a turistas, sino también a residentes permanentes en busca de un estilo de vida más agradable gracias a temperaturas más cálidas.
La diversidad de oportunidades en estos estados es otro punto a favor. Lejos de ser meros destinos vacacionales, estas áreas se han desarrollado como verdaderos “micro países” dentro de Estados Unidos, ofreciendo todas las comodidades y servicios necesarios para una vida plena. Este aspecto, combinado con cargas impositivas generalmente más favorables, ha provocado un éxodo interno de estadounidenses desde zonas con altos costos de vida y elevados impuestos, hacia estos estados sureños.
Texas, en particular, presenta un atractivo adicional debido a su proximidad con México. Esta cercanía ha fomentado una comunidad latina vibrante, especialmente de origen mexicano, que ve en el estado una oportunidad de establecerse cerca de sus raíces culturales, mientras disfruta de las ventajas económicas de Estados Unidos. Los inversionistas han notado que los inquilinos latinos en estas áreas tienden a ser excelentes pagadores, lo que aumenta el atractivo de las propiedades de alquiler en la región.
Florida también continúa siendo un punto alto, no solo como puerta de entrada para latinos que buscan establecerse en Estados Unidos, sino también como destino turístico de primer nivel. La combinación de sus famosos parques temáticos, playas paradisíacas y una infraestructura turística bien desarrollada, hacen de Florida un imán para inversionistas que buscan capitalizar tanto el mercado de renta larga como renta corta.
Desde la apreciación constante de las propiedades hasta las ventajas fiscales y climáticas, pasando por la diversidad cultural y las oportunidades de desarrollo, el Cinturón del Sol promete seguir siendo un foco de interés para inversionistas chilenos y globales en los años próximos.