Una de las preocupaciones es qué pasará con el precio de la vivienda en caso de que resulte vencedor una u otra opción. Deutsche Bank proyectó ambos escenarios.
Por Leonardo Núñez
El mercado inmobiliario también se ha contagiado de la incertidumbre por los resultados de las elecciones en Estados Unidos, programadas para el próximo martes 5 de noviembre. Aunque en la semana final previa a los comicios, Donald Trump tomó una leve ventaja, la distancia con Kamala Harris es tan corta en algunos sondeos, que el único consenso hasta ahora es que no se sabe quién ganara.
Esta falta de certeza tiene sus efectos. Una de las principales preocupaciones en el país del norte en estos momentos es qué pasará con el precio de la vivienda en caso de que resulte vencedor una u otra opción, según lo refleja una encuesta de Built y Talker Research realizada entre 1.000 adultos de Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.
El sondeo muestra que al 61% de los padres estadounidenses le preocupa que sus hijos no puedan comprarse una casa en el futuro. Además, el 58 % de los encuestados cree que es más difícil encontrar una casa ahora en comparación con hace cinco años.
Se culpa de esto a la inflación (59 %), el aumento de los arriendos (40 %), las tasas de interés más altas (31 %), la escasez de viviendas residenciales (28 %) y el aumento de los impuestos a la propiedad (28 %) como desafíos para ser un propietario.
Ante la incertidumbre, en un ejercicio de síntesis, el Deutsche Bank proyectó los efectos en el sector inmobiliario en caso de que triunfe el candidato republicano o la postulante demócrata, y que reprodujo el medio “El Economista”.
“La victoria de Trump”, señalan expertos de la entidad financiera, “traería la liberalización de la economía, la bajada de impuestos y el posible cambio en las políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) si éste decide sustituir a Jerome Powell, actual presidente de la Fed. Es decir, mayor flexibilidad para el mercado y menores trabas a la inversión, en líneas generales”.
En tanto, “con el ‘Kamalanomics’, la economía de EE.UU. se centraría en la expansión del consumo, vivienda y la salud, además de un impulso fiscal negativo al dejar expirar algunos recortes de impuestos”, indica Deepak Puri, directora de inversiones para Estados Unidos del Deutsche Bank.
A la hora de consultar las medidas anunciadas por cada candidato, el sondeo de Built y Talker Research muestra que las propuestas de la vicepresidenta Kamala Harris tienen un apoyo más amplio, según el medio “Independent”.
Su plan de ofrecer una subvención de 25.000 dólares a quienes compran una vivienda por primera vez es apoyado por el 67 % de los encuestados, y el 58 % apoya su objetivo de construir 3 millones de nuevas unidades de vivienda.
Las propuestas del expresidente Donald Trump son más divisivas: el 42 % apoya el uso de tierras federales para viviendas a gran escala, mientras que el 31 % se opone. Mientras que su propuesta de prohibir las hipotecas para inmigrantes indocumentados es apoyada por el 52 %, pero rechazada por el 20 %.