Por: Carmen Paz Muñoz, Directora de Ingeniería en Construcción de la Universidad Andrés Bello; Mg. en Dirección y administración de proyectos inmobiliarios y Especialista en tecnología del hormigón
La discusión normativa en Chile se realiza en base a consensos técnicos, no resultados de votaciones o mayorías. Asimismo, los comités técnicos normativos se conforman con representantes de organismos públicos, usuarios, productores, y áreas de investigación; estos elementos otorgan a nuestras normas chilenas (NCh) una representatividad técnica que garantiza coherencia y objetividad para todos los sectores que interactúan en una determinada industria.
Sin embargo, este método también presenta la gran desventaja de prolongar las discusiones, entregando espacios para la presentación de fundamentos técnicos de cada posición y, por supuesto, busca llegar a acuerdos transversales, aunque no siempre es así. En el caso de normativas de organismos públicos como MOP o Minvu, las discusiones ocurren al interior y aunque ambas instituciones participan en comités técnicos normativos del Instituto Nacional de Normalización, no siempre sus regulaciones internas coinciden en su totalidad con las “NCh”.
Al enfocarnos en la industria de la construcción, se debe aclarar que coexisten marcos normativos paralelos y relativamente independientes. A modo de ejemplo, las obras viales se rigen por el Manual de Carreteras, aún cuando existen normas chilenas en ámbitos de suelos, asfalto y hormigón –temáticas tratadas en el Manual de Carreteras– y no siempre son totalmente coincidentes; también existen las disposiciones Serviu y Minvu para pavimentos urbanos, que pueden diferir o no de las indicaciones del Manual de Carreteras.
Otro ejemplo es la construcción habitacional. El Minvu tiene un marco normativo propio para las viviendas sociales que en su mayoría considera la Normativa Chilena, pero solo son obligatorias aquellas normas oficializadas por el Minvu. Las normas que no están en su marco normativo oficial no serán requeridas en sus proyectos de manera obligatoria. Tal es el caso de la NCh 1171/2 de evaluación estadística de testigos de hormigón o la NCh170-2016 hormigón requisitos generales.
El modelo de discusión normativa se utiliza en diversos sectores productivos, pero para la construcción, en ocasiones las NCh son solo lineamientos para el buen construir. Para que sean obligatorias en proyectos entre privados deben estar incluidas en las especificaciones técnicas de los proyectos o contratos, no son por defecto.
Con lo anterior, sin duda surgen preguntas: ¿Está siendo útil el marco normativo generado en Chile?; ¿es útil para la productividad de los proyectos tener diversas normas paralelas?; ¿las normas quedan como recomendaciones entre privados?; ¿qué pasa si hay defectos de construcción?
Creo que es importante contar con un marco normativo robusto y coherente para toda la industria, así como mejorar los estándares de esta.
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