Por: Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios Cohlers + Partners.
Según datos del INE, en el año 2000, el grupo de personas mayores de 64 años constituía el 5,8% de la población y proyectaba para ese mismo año sería el 6,7% . Sin embargo, este proceso ha sido más rápido que lo proyectado y, actualmente Chile, es el único país latinoamericano que proyecta tener más de 30% de su población con 60 años o más para el año 2050.
La población de Santiago de Chile está experimentando un envejecimiento significativo, lo que debe plantear nuevos desafíos para la industria inmobiliaria. Uno de los principales es la demanda de viviendas adaptadas para personas con necesidades especiales, lo que implica la necesidad de construir edificios con accesibilidad y diseño inclusivo. Además, la población envejecida puede requerir servicios de cuidado a largo plazo, lo que puede generar una demanda de viviendas con servicios de apoyo próximos, como atención médica y comidas.
Otro desafío es la necesidad de adaptar los espacios residenciales y comerciales para satisfacer las necesidades de las personas mayores. Esto puede incluir la creación de espacios públicos seguros y accesibles, como parques y centros comerciales con facilidades para personas con movilidad reducida.
La industria inmobiliaria también debe considerar la necesidad de viviendas con características que faciliten la vida de las personas mayores, como espacios amplios y luminosos, facilidades para la movilidad y la accesibilidad, y servicios de apoyo como lavandería y de limpieza.
Sumado a todo lo mencionado, el envejecimiento poblacional puede afectar la demanda de viviendas residenciales y comerciales en Santiago, pues las personas mayores normalmente prefieren vivir en áreas más tranquilas y seguras, lo que puede influir en la demanda de viviendas en ciertas zonas de la ciudad.
La industria inmobiliaria debe estar atenta a estas tendencias y adaptarse e invertir en la educación y capacitación de sus profesionales, para que estén preparados para satisfacer las necesidades de la población envejecida y desarrollar soluciones innovadoras, para satisfacer este creciente mercado y mantener su competitividad en el mercado.
Así, resulta imperativo considerar en las políticas públicas, la nueva concepción urbanística de ciudad que queremos tener como país hacia el futuro, la que debe ser inclusiva y acorde a la realidad de nuestra población.
La industria inmobiliaria y los gobiernos deben trabajar juntos para desarrollar políticas públicas que apoyen el envejecimiento poblacional y la vivienda adaptada, como la creación de programas de financiamiento y la promoción de la construcción de viviendas inclusivas, por lo que la ejecución de infraestructura y acciones que permitan el bienestar de este grupo poblacional y los estímulos adecuados a los privados para que se materialicen proyectos que consideren adecuadamente las necesidades de este mercado creciente es urgente y necesario.
