Por: Eduardo Ricci Burgos. Abogado de Negocios COHLERS + Partners
Desde hace ya bastante tiempo, y sin perjuicio de las razones propias de la estación del año, la meteorología ha estado identificando olas de calor anuales y el efecto invernadero producto de la contaminación. De hecho, ya son cotidianos una vez avanzada la primavera, los incrementos de temperaturas cada vez más anticipados de Santiago y en regiones, sobrepasando incluso, los 38°.
Lo cierto es que cada año se empieza a tener registros de temperaturas muy altas motivadas en parte, por el déficit de áreas verdes de muchas comunas del gran Santiago, por las características de las construcciones, el diseño de las calles, la extensión y estructura de la vegetación, y la presencia de los llamados “cañones de calor o de ventilación” (aquellas calles que en sus lados tienen edificios que dependiendo de su orientación y los vientos del sector, favorecen u obstaculizan la ventilación), permitiendo estas alzas.
Es más, Santiago es la segunda ciudad de Chile más impactada por las olas de calor extremas después del desierto en Atacama y se anticipa que el porcentaje de días de calor extremo en la capital, se duplique a mediados del presente siglo, lo que repercutirá en el 40% de la población de Chile nuestro país que vive en la RM.
El último estudio elaborado por la Corporación Ciudades, analizó las zonas con más altas temperaturas en los últimos 10 años en la capital de nuestro país. En el período descrito, las comunas del sector norponiente del Gran Santiago fueron las más perjudicadas por las temperaturas máximas diarias, identificando las comunas y unidades vecinales más afectadas y, a su vez, reconoció las que poseen una mayor cantidad de población damnificada.
Dentro de las principales conclusiones del Estudio, se señaló que el sector norponiente del Gran Santiago, concentra las comunas más afectadas por las olas de calor registradas en los últimos 10 años; concluyó que el 20% de las comunas como Cerrillos, Cerro Navia, Conchalí, Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda, Quilicura y San Ramón, presentaron el 100% de sus unidades vecinales con temperaturas por sobre el promedio dentro del verano con mayor cantidad de olas de calor (2019-2020) de los últimos 10 años.
También durante el periodo analizado, se registró una tendencia sostenida sobre las comunas que se ven más impactadas por las altas temperaturas en el Gran Santiago, esperando que esta tendencia se mantenga en los próximos años, agravado por el Cambio Climático.
No nos quedemos entonces en el “diagnóstico” del problema. Avancemos en acelerar todos los procesos que signifiquen atenuar esta situación, al parecer, inevitable. Incrementemos parques, plazas y en general áreas verdes; reforestemos nuestras calles y casas, fomentemos la quinta fachada o los techos verdes de edificios, incorporemos en los proyectos inmobiliarios vigentes o por presentarse los jardines verticales; y, establezcamos incentivos públicos y privados para todo ello.
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